No puedo describir lo que siento, pero quiero dejar de sentirlo.
Quiero dejar de sentir algo cada vez que lo veo, cada vez que se me acerca para hablarme y decirme algo que que me destrozará.
Quiero dejar de sentir algo por alguien que no me corre...
Eran las 20:00 de un 15 de octubre lo que significaba que la hora de la fiesta del pre-cumpleaños de Evan había llegado. El patio de la casa del chico estaba decorada con luces y algunos adornos para la ocasión como serpentinas y globos, había mesas con bocadillos, una máquina de palomitas, una pantalla con un proyector y mantas en el césped; todo lo necesario para una noche de películas. En realidad el cumpleaños del moreno es el 19 de octubre, pero es un día en que prefiere pasarlo con su familia y amigos muy íntimos, por lo que suele hacer una celebración un fin de semana anterior con todos sus amigos para también vivir un momento agradable con ellos.
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El festejado se había vestido para la ocasión, portaba una playera tipo polo color salmón, unos pantalones de mezclilla azules y unos tenis negros.
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Una chica con un regalo en mano se dirigía hacía él.
-¡Feliz pre-cumpleaños, Evan! -gritó Verónica y dándole un abrazo al mencionado.
Ella llevaba un top blanco, un pantalón alto negro con unos zapatos de piso color café. Venía acompañada de un chico de tez color durazno vestido con una camisa roja de manga corta, unos pantalones blancos y unos zapatos negros.
»-Muchas gracias por invitarme y dejar que viniera mi novio. Los presento, Evan, él es mi novio Jorge -dijo señalando a cada uno-; mi amor, Evan del club de música -repitió su acción.
-Mucho gusto -dijeron ambos chicos al mismo tiempo mientras estrechaban sus manos.
-Bueno, esto es para ti -le entregó el regalo-. Lo escogí con mucho cuidado y aprecio.
-No te hubieras molestado, Vero, muchas gracias -la abrazó.
-Eres un buen amigo, ¿cómo no iba a hacerlo?
-Está bien, lo aceptaré.
-¡Qué sacrificado, eh! -comentó sarcástica.
-Voy por algo de beber, amor, ¿tú quieres algo? -preguntó Jorge.
