Narrador omnisciente:
𝓔𝓷 𝓬𝓪𝓼𝓪 𝓭𝓮 𝓜𝓪𝓻𝓲𝓼𝓼𝓪-¡¿Qué?!
-Evan, tu mejor amigo de toda la vida desde los 6 años... -decía Jade.
-¡Preciosa! -expresó Marissa molesta- Esa parte la sé perfectamente, gracias.
La fiesta de pre-cumpleaños era la celebración que Evan organizaba el fin de semana anterior a su cumpleaños para tener un encuentro con sus amigos, ya que la fecha de su nacimiento se conmemora de una manera más privada, especialmente, con su familia.
Con todo lo vivido esa semana, Marissa olvidó que se acercaba el cumpleaños de una de las personas más importantes de su vida; y cuando recordó ese detalle, la cabeza se le empezó a llenar de datos que tampoco recordaba.
La castaña puso las manos en su cabeza simbolizando el pequeño estrés que empezaba a padecer.
»-No puedo creer que lo olvidé, soy la peor mejor amiga del mundo.
-Hermana, tranquila, Jade puede ayudarte con la ropa junto con el maquillaje y así estar listas para la fiesta -sugirió Marco.
-Es que no es solo ese problema.
-¿Entonces cuál es? -preguntó Jade.
-Se supone que tengo que ayudarlo a terminar con los detalles para esta noche, ya sabes, por las películas.
»-Solo un milagro podría ayudarme -Marissa mira el reloj-. ¡Ya son las 6 p.m.!
-Tengo una solución muy simple -intervino la señora Karina-. Ahorita ve así como estás y entre Jade yo te ayudamos cuando se acerque más la hora de la fiesta.
«De hecho era demasiado simple, me sorprende un poco que no se haya ocurrido algo así. ¡El amor me tiene mal!» pensó Marissa.
-Tienes razón, mamá, no sé en qué estaba pensando.
La castaña tomó una pequeña bolsa y en ella empacó su celular, un monedero y un juego de llaves.
»-Mejor me voy ahora, se me va a hacer tarde- se colgó la bolsa y salió corriendo.
-¡Marissa, no corras! -dice la señora- La casa de Evan... -se azota la puerta- Está a dos casas de aquí. ¡Esta niña un día se va a venir a contramatar, estoy segura!
𝓔𝓷 𝓬𝓪𝓼𝓪 𝓭𝓮 𝓔𝓿𝓪𝓷
Evan estaba terminando de escribir una lista con las cosas que debía tener listas para cuando comenzara la fiesta. Estaba emocionado y listo para comenzar cuando un sonido se hizo presente, la puerta se abrió y se vio a Marissa entrando. a toda velocidad como si se tratara de una carrera.-¡Evan! -dijo casi sin aliento- Ya... Estoy... Déjame respirar -puso su mano en su pecho como ademán.
-Marissa, ¿estás bien? ¿Por qué vienes corriendo así?
-Se hacía tarde -respiró-. ¿Desde cuándo nuestras casas están tan lejos?
-Ok, en primer lugar -levantó un dedo- solo son tres minutos, no pasa nada; y en segundo lugar -alzó otro más- no me explico como terminaste así si solo son dos casas de distancia -expresó un poco burlón.
-Hay que cruzar una calle, ¿recuerdas?
-Esa es mi frase, consigue la tuya.
Ambos soltaron una pequeña risa.
»-Como sea, me da gusto que estés aquí porque vas a ser de mucha ayuda, igual, no es mucho lo que hay que hacer.
-Tú dime lo que necesitas, estoy aquí para ayudarte.
-Ya que lo mencionas... -voltea a ver la hoja con la lista- Necesito que me ayudes poniendo la máquina de palomitas y arreglando las mesas del resto de los bocadillos.
-¿Qué vas a dar este año?
-Cupcakes, brownies...
-Evan -lo interrumpió-, sé más original, eso lo pones todos los años.
El chico se quedó un poco atónito por el comentario de su amiga. Cuando se recuperó del pequeño shock alzó la voz
»-MINI-HAMBURGUESAS, BOMBONES Y FRESAS CON SU RESPECTIVA FUENTE DE CHOCOLATE.
»-¿Está mejor, señorita Marissa o tiene alguna otra opinión que le gustaría externar? -preguntó con sarcasmo.
-Me saca un poco de onda lo de las mini-hamburguesas, pero bueno, la fiesta es tuya. ¿Dónde están las cosas?
-En la cocina, en cinco minutos las mesas van a estar listas para que hagas tu magia con tu creatividad.
-Entendido, iré encendiendo la máquina de palomitas.
-Espero que no te vayas temprano esta noche, Mari, voy a proyectar buenas películas.
-Dime una sola vez que me haya ido temprano de una fiesta tuya -se cruzó de brazos-, te apuesto a que no puedes. Eres el mejor anfitrión, lo sabes, ¿verdad?
-En efecto amiga mía, lo sé perfectamente -se acercó hacia ella.
La distancia entre ellos jamás es grande, pero en ese momento estaban más cerca de lo que nunca han estado, cada uno podía sentir las respiraciones del otro, ambos se pusieron nerviosos y se sonrojaron; sin embargo, ninguno quería que el momento terminara, en especial Evan que había estado enamorado toda su vida de Marissa (o por lo menos 6 años).
-Marissa, creo que son pocas las oportunidades que tengo de decirte lo bonita que eres y quiero que esta sea una de ellas: eres muy bonita.
La chica de los ojos verdes solo sonrío halagada por el comentario que le había dicho el chico de ojos cafés mientras ella sentía un cosquilleo por el cuerpo.
El moreno se separó avergonzado y aún con nervios dijo: Muy bien, es hora de iniciar. Operación: pre-cumpleaños 17 en marcha.
1 𝓱𝓸𝓻𝓪 𝔂 30 𝓶𝓲𝓷𝓾𝓽𝓸𝓼 𝓭𝓮𝓼𝓹𝓾𝓮́𝓼
»-Hicimos un gran trabajo, señorita Marissa -exclamó Evan observando el patio de su casa.
-Ya lo creo, joven Evan -respondió.
Marissa observó la hora en su teléfono.
»-Quedan 30 minutos todavía -dirigió su vista hacia Evan-, iré a casa para cambiarme y que no tengan que venir Jade junto a mi mamá.
-Está bien, Mari -la miró.
-Te veré en un rato -comenzó a avanzar a la salida.
-Cuento los minutos para verte más hermosa que de costumbre, Marissa -expresó en voz baja.
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NOTA: Sé que puede ser un tanto evidente, pero igual lo voy a decir. La canción representa todo lo que Evan quiere decir, pero no se atreve y creo que esa es la más representativa.
¿Creen que fue una buena elección?
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¿Por qué te amo? 🇮🇹
Fiksi RemajaNo puedo describir lo que siento, pero quiero dejar de sentirlo. Quiero dejar de sentir algo cada vez que lo veo, cada vez que se me acerca para hablarme y decirme algo que que me destrozará. Quiero dejar de sentir algo por alguien que no me corre...