¿Por qué te amo? 🇮🇹

Capítulo 15

Marco POV:
𝓔𝓷 𝓼𝓾 𝓬𝓪𝓼𝓪

Nunca pensé que el primer acercamiento "importante" (porque la verdad no sé si lo fue) a la chica que me gusta ocasionaría otra guerra mundial. Mi hermana y ella llevan peleadas 5 días naturales y ya no aguanto esta situación, así que decidí tomar cartas en el asunto.

Y por si se lo preguntaban, sí, me expreso peor que un empleado de oficina; o sea, soy muy ñoño.

El plan no es nada rebuscado, cosa que me preocupa un poco. En estos momentos lo único que puedo tener es fe.

Jade ha llegado. Le dije que en mi escuela necesitábamos hacer pruebas de maquillaje para la obra escolar, por lo que podía venir a mi casa para de aquí caminar a tal lugar. Adivinen a donde no vamos a ir.

-Oye, bonita, dejé mi guión en el estudio; acompáñame a buscarlo, por fa.

El estudio era un espacio que teníamos Marissa y yo para hacer todo lo que tuviera que ver con la escuela como: hacer tareas, prepararnos para un examen (aunque últimamente ella se va al parque para eso) y ese tipo de cosas; pero a veces lo usábamos para ver películas o simplemente relajarnos un rato.

La morena aceptó y fuimos para allá.

Yo sabía que la persona con la que compartía esa habitación estaba ahí, la vi entrar para ser exactos; esta semana, cada vez que termina con sus cosas, la ha utilizado como karaoke para cantar temas tristes o que tengan que ver con los amigos... Tiende a desahogarse por medio de la música más que cualquier persona que conozco.

Abrí la puerta y, efectivamente, Mari anda en sesión de canto con un tema de Julie and the Phantoms.

-Lo siento, hermanita, he venido por mi guión de teatro.

-Está bien, no hay problema -respondió poniendo pausa a la pista que tenía en su computadora.

Jade y ella se miraban de una manera muy extraña. Yo simplemente hacía como si realmente estuviera buscando ese bonche de hojas. Intentaba aproximarme a la puerta para llevar a cabo mi plan.

Me abalancé sobre la puerta de madera y dije lo siguiente: Ok, necesito que ambas me pongan atención -sus caras reflejan sorpresa.

-¿Por qué tengo el presentimiento de que traes algo entre manos? -preguntó Marissa.

-Porque es así -contesté.

-Aguarda -interrumpió la niña mis ojos-, me dijiste que iríamos a tu escuela para unas pruebas de maquillaje; ahora pienso que el engaño tiene que ver con -miró a mi hermana por unos segundos con una expresión un poco confusa- ella.

-Lo siento por mentirte, pero simplemente esto no puede seguir así. Ya no lo soporto. Las dos son mejores amigas desde que estaban en la secundaria y me siento culpable en cierto aspecto por lo que les está pasando, así que voy a arreglarlo en este mismo momento -dije y salí del cuarto.

Ya afuera le puse llave a la puerta. El plan es que se queden encerradas hasta que solucionen sus problemas.
Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas. ¡No me juzguen!

-Marco, no puedes dejarnos aquí encerradas -dijo Marissa desde el otro lado.

-Técnicamente sí puedo, her...

-¡No me vengas con esto ahora y abre la puerta! -exclamo molesta dando golpes en la puerta.

-Marco, abre por favor, creo que nunca te he contado que sufro de claustrofobia y no sé cuanto tiempo vaya a poder resistir aquí encerrada -dice fingiendo una respiración agitada.

-Jade Esmeralda, te conozco tan bien como mi hermana lo hace y sé perfectamente que no sufres de algo como eso, por fortuna. Así que si ambas quieren salir, es mejor que empiecen a ser amigas otra vez -determiné.