Simulacro de amor©

Capítulo 10. Ojos cerrados, corazón abierto.

 ¡Hola chicas! :)  ya se que cada vez me tardo más en subir capitulo pero prometo actualizar mas seguido ahora que estoy de vacaciones.

Espero les guste el capitulo y preparense que lo mejor está por llegar, las hare llorar Cx

Gracias por sus votos y comentarios, son las mejores :')

Jared.

—Querías verme.

— ¡Jared!, que gusto tenerte por aquí. Nos tenías tan abandonados —dice fingiendo tristeza mientras frunce los labios.

— El trabajo no deja mucho tiempo —dije encogiéndome de hombros.

— Vamos, siempre se puede hacer un tiempo para los amigos —sonríe maliciosamente mientras enciende un puro— Por cierto, me enteré que tuviste una fiesta anoche.

— Yo no diría fiesta, fue una pequeña reunión y acababa de llegar de concretar un negocio.

—Jared, no me molesta que te diviertas, al contrario muchacho, te hace bien distraerte con tú banda y amigos, lo que me dolió fue que no tuvieras la confianza para hacer tú reunión en uno de mis bares, ¿acaso prefieres a la competencia?

— ¡No! Es sólo que era una reunión muy íntima y yo no la organice.

— Está bien, te creo —dijo dándole una fuerte calada al puro— ¿Y la chica?

— ¿Cual chica?

— vamos Jared, estamos entre amigos, no vendrás a mentirme a la cara ¿verdad? La chica con la que estabas ayer, cabello castaño, mediana estatura, según Tom, muy bonita...

Respiro muy fuerte, él lo sabe y no puedo hacer el más mínimo intento de mentir.

— ¡Ah! Sí, ella.

— Me alegro que la recuerdes, ¿Es tú novia o algo así?

— Tú sabes que en este negocio es imposible mantener relaciones sentimentales —sonreí tratando de ocultar mi nerviosismo.

—Creo que podría sernos de gran ayuda en el negocio —dijo en un tono serio que me erizo la piel.

— ¡No! —Salió disparado de mi garganta como una orden que se debiera acatar, por lo que rápidamente decidí cambiar mi tono — No creo que funcione, es muy blanda, no duraría ni 10 segundos la he estado estudiando todo este tiempo.

— Vamos Jared, dale algo de crédito. Apenas cumplió 18 años, una madre alcohólica y un trabajo mediocre de medio turno. Yo creo que es perfecta.

¡Cómo diablos sabia tanto de ella! Claro, el cobarde de Tom nos ha estado siguiendo además de Janeth, sabía que esa perra no se quedaría con las ganas de vengarse de mí.

— ¿Y entonces Jared? ¿Vas a presentárnosla?

Tragué saliva y sentí una pesadez en el cuerpo que casi me obliga a caer, la luz de la lámpara que se cernía sobre mí, calaba hasta los huesos, no era de extrañarse que mi frente se llenara de sudor.