Aún recuerdo la primera vez que lo vi.
Alto, cabello castaño, penetrantes ojos verdes, piel blanca, manos grandes, fuertes y una voz... ¡Dios! Que voz.
Estaba sentado en la última mesa de la cafetería, oculto en la esquina, entre las sombras y la luz, aun así en la débil iluminación era increíble cómo sus ojos destacaban cómo dos luceros.
Vestía completamente de negro, con grandes botas y su tradicional chaqueta de cuero, tan típico de él.
Era el chico perfecto, aparentemente.
Yo estaba sentada en el otro extremo, sola, esperando a mi amiga Emily que tenía ya 30 minutos de retraso.
Parecía una tonta mirándolo fijamente, pero es que tenía algo, un algo que atraía, quizás ere ese aire de misterio de ver a un chico guapo, solo en una cafetería un viernes a las 7pm, creí que todos los chicos atractivos estaban en fiestas exclusivas o eran gays.
— ¡Alex! Tierra llamando a Alex...
— Sí — dije sorprendida, era Emily que acababa de llegar.
— Creo que te asusté ¿pues en que estabas pensando? — sonrió.
— ¡Wow! Sólo 40 minutos de retraso está vez, estás mejorando en tú puntualidad Em — dije evitando su pregunta.
— Ok, ok, lo siento, de verdad quería llegar temprano hoy, pero me encontré con Kevin justo afuera de mi casa.
— ¿Kevin otra vez?, Emily ya te dije que mereces alguien mejor que el soquete de Kevin.
— Lo sé, le dije que me dejara en paz, que no quería saber de él, pero seguía insistiendo, que volviéramos, que aún me ama y demás cosas así que le dije que le llamaría después para salir y hablar.
— ¡Em!
— Pero sólo se lo dije para que me dejara en paz, te lo juro Alex, ya no saldré con él.
— Ok, más te vale.
— Y ahora ya vas a decirme ¿a quién veías con tanta atención antes de que llegara? — dice en tono burlón.
— ¿Qquee? — Titubeo — no estaba viendo a nadie.
— Pues al parecer no eres la única que ve a "nadie" — dice levantando una ceja.
Miro al alrededor y en efecto, 4 chicas de la mesa contigua lo observan mientras cuchichean entre ellas.
— Es muy atractivo, deberías hablarle.
— ¡Que! Claro que no, además ya se nos hace tarde para el concierto — digo, levantándome del asiento.
— Oh! El concierto, bueno, te aseguro que allí encontraremos más chicos que mirar — me guiña un ojo, y salimos de la cafetería.
Es de noche y hace frío, pero el ambiente en el parque por el concierto es reconfortante.
Me alegra haber traído medias bajo mi vestido y mis queridas botas negras, que uso en lugares especiales para no verme tan desaliñada con mis viejos y desteñidos converse negros.
Volteó a ver a un grupo de chicas detrás de Emily, todas traen zapatos altos, ¿En serio? ¿Zapatos altos en un concierto? Buena suerte con las ampollas, sonrió mientras Emily me mira extrañamente.
— ¿De qué te ríes?
— De nada — digo sonriendo por dentro, soy la distracción andante, puede pasar una mosca y yo estaría pensando en cómo dominaría al mundo.
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Simulacro de amor©
RomanceSeguramente has visto todas esas películas o has leído todos esos libros en los que el chico malo y extremadamente atractivo se enamora de la chica solitaria y ésta a su vez, con todo su amor, logra cambiarlo y viven felices por siempre. Entonces, t...