Simulacro de amor©

Capítulo 13. Apariencias.

Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) Historiador, político y teórico italiano.

Nos quedamos en la ciudad hasta el día siguiente.

Jared fue a arreglar unos asuntos con Carl y yo decidí quedarme en el hotel y darme una ducha caliente.

Aún estaba en mi mente lo ocurrido ayer.

¿Cómo podemos pasar de demostraciones de amor a dudar del mismo?

Supongo que cuando se tiene un amor poco convencional lo demás es consecuente.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis pensamientos.

No recuerdo haber pedido servicio a la habitación.

Puse una toalla sobre mi cabeza y me enfundé en una cómoda bata blanca con las iniciales del hotel grabadas en hilo plateado.

Los golpes continuaron y yo abrí la puerta rápidamente enfurecida por la insistencia.

Mis ojos se abrieron totalmente y mi mandíbula por poco cae al piso.

— ¡Hola, Alexa! lamento haberte echo salir así de la ducha.

Era Kassandra vestida con unos jeans ajustados y una camiseta sin mangas con la imagen de los Sex Pistols, su cabello se encontraba recogido en una coleta y aun así lograba verse sexy, me daba envidia.

— No te preocupes —mentí, de verdad me molestaba que arruinara mi mañana de relajación— Jared no está.

— Ya lo sé —dijo riendo— Vine por ti.

— ¿Por mí? —Pregunté totalmente extrañada.

— Si, mira, sé que ayer no fue la mejor noche que has tenido y que esas chicas se portaron como unas idiotas, pero no todos somos como ellas— dijo mientras alargaba su brazo tocando mi hombro.

— Ok —dije sonriendo, de repente, Kassandra ya no me parecía tan mala.

— Entonces, vístete, te esperó aquí —dijo apuntando a la pequeña sala del cuarto de hotel.

Asentí y fue a mi habitación en busca de ropa que ponerme. Opté por unos jeans y una blusa blanca con encaje en las mangas. Me miré en el espejo y me sentí insulsa.

Cambie a una blusa azul de manga corta pero aun así sentí que me faltaba algo.

Kassandra entró en la habitación justo cuando rebuscaba en mi pequeña maleta, no había traído suficiente ropa conmigo y aunque hubiera empacado el closet entero sentía que faltaba algo, no era la ropa, era yo.

— ¿Lista? —dijo mientras se sentaba en el borde de la cama.

— Si, yo... es que no encuentro nada que ponerme.

Kassandra miró la ropa sobre mi cama y frunció la nariz, tampoco le gustaba a ella.

— Tal vez con los accesorios adecuados o... — se le acababan las palabras.

—Definitivamente tenemos que ir de compras.

Caminamos por la avenida principal observando los escaparates de las tiendas. Entramos a una llamada "Glam &Chic" que presentaba ropa extravagante en el aparador, entre ellos, un minivestido con estampado de leopardo y encaje en los bordes.

Kassandra casi chilló al verlo por lo que no dudo en probárselo.

Seguramente le quedaría perfecto.