Capítulo 14

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Lisa la abrazó aún más, rodeándola por la cintura y sosteniéndola como si no pesara nada.

El tiempo pareció detenerse.

Podrían haber pasado minutos o incluso horas cuando Jennie se recuperó lo bastante como para abrir los ojos.

No sabía con exactitud, pero los suaves besos de mariposa sobre sus párpados y su garganta y el ligero roce de sus dientes en su cuello la devolvieron al presente.

—Por tu reacción, supongo que todo ha estado muy bien, — dijo Lisa sonriéndole.

Jennie le dio una palmada en el hombro. —Sabes que eres increíble. ¿Quieres que te felicite?

Lisa se inclinó hacia ella. —Me encantaría ¿Puedes levantarte?

Asintió mientras Lisa la ayudaba a apoyar los pies sobre los adoquines.

Jennie se estremeció un poco al notar el aire fresco mientras Lisa se arreglaba la ropa.

Jennie extendió la mano con la palma hacia arriba en su dirección, entornando los ojos. —Bueno ahora, dámelas.

Trató de fingir una expresión inocente, aunque sus ojos tenían una expresión sensual.

—¿Qué te dé qué?

—Mis ropa interior, — susurró en voz baja —Creo que las voy a necesitar, ¿No te parece?

Lisa sonrió y la luna iluminó sus deliciosos hoyuelos haciendo que sus piernas flaquearan.
—Bueno, gatita, creo que lo mejor es que guarde un tesoro tan delicado como este hasta que volvamos al hotel, ¿No crees?

—¡No será capaz! — chilló Jennie volviendo a ponerse la chaqueta.

—Oh, créeme que sí...

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Su móvil sonó a las seis en punto.

Lisa entornó los ojos y salió de la cama.

Antes de escapar a la sala de estar de la suite presidencial del hotel donde se alojaba, contemplamte su gatita.

Cuando llegaron juntas, Jennie se había metido en su cama, vencida por los efectos de la adrenalina.

Lisa la había abrazado contra su cuerpo y apenas había podido dormir.

Recapitulando todo en su mente había estado a punto de perderla esa noche..

Sí, había dado clases de defensa personal durante la universidad y estaba en forma, pero la situación podría haber ido muy mal.

Podría haber terminado de una manera terrible con su gatita apuñalada y sangrando o algo peor.

Respiró profundamente, forzándose a apartar esos malos recuerdos y se dirigió a la sala de estar, asegurándose de que la puerta estuviera bien cerrada tras ella...

Al final las cosas no han ido tan mal, al contrario, ha sido genial, y tienes a la hermosa Ruby Jane contigo.

—No pienses en lo que pudo haber sucedido, céntrate solo en lo bueno. -Se dijo Lisa a si misma.

Trató de concentrarse.
Si se mostraba dispersa o distraída, Jisoo se daría cuenta y le daría una charla acerca de la importancia de no descuidarse con el servicio.

Dios, su hermana tenía buenas intenciones, pero a veces debía recordar quién era la hermana mayor y quién la pequeña.

Ser bien intencionada era una cosa, pero resultaba demasiado mandóna e insistente.

Está a salvo y lo sabes..
—Sí, — se contestó a sí misma
en voz alta. —Pero la próxima persona que intente hacerle daño se arrepentirá durante el resto de su vida.

Tomó aire por última vez para calmarse y respondió al móvil.

—Jisoo, ¿Cómo va todo por allá? ¿Es que nunca te relajas? Es viernes.

Parpadeó, intentando aclarar la vista.

—De hecho, es sábado, razón de más para disfrutar de la vida.

— Tengo algunas de las cifras preliminares que ha ofrecido el sindicato.

He estado creando la contra propuesta todo el día para que la defiendas el lunes, y esta noche la terminaré. Solo quería mantenerte al corriente Lisa.

Sonrió, aunque su hermana no podía verla.

Jisoo podía ser implacable, pero hacía su trabajo de forma excelente y no había nadie en el mundo que amara más la empresa que su hermana, ni siquiera su padre.

Tal vez podría dejar el negocio. ¿Y qué? ¿Perseguir su sueño de ser entrenadora de caballos y cuidar un refugio de animalitos?

Los sueños eran infantiles, y aquel sueño de ella, en particular haría que fuera la hazme rreír de su familia, al menos si Jisoo y su padre se enteraban.

Aun así, era bueno saber que su hermana, la gerenta de finanzas de la Industria la respaldaba.

—Te lo agradezco Jisoo.

— No hubo negociaciones ayer. Sé que algunos de los dirigentes sindicales tuvieron que reagruparse. ¿Qué hiciste ayer Lisa?

Entornó los ojos en dirección al teléfono.

Si Jisoo pensaba que estaba siendo discreta o había evitado una pregunta importante, se equivocaba.
No se le daba nada bien el espionaje a su hermana.

—Fui a un museo de arquitectura al que íbamos de niñas para recordar los viejos tiempos.

—¿Eso fue todo? — preguntó su hermana audazmente.

—¿Me estás espiando?

— No, pero te conozco y tú y yo sabemos de tu debilidad por las chicas.

Júrame ahora mismo, Lisa, que aún no has estado con la señorita Kim y te creeré.

Lisa empezó a pronunciar la frase.
—No me he acostado con la señorita Ki… oh maldita sea, sabes que se me da fatal mentirte.

— Tu voz siempre baja una octava cuando mientes Lisa, como si por hablar con la voz profunda alta fueras a engañarme.

Jisoo suspiró al otro extremo de la línea.
—¿Crees que es prudente tener una aventura con tu asistenta?

—No es una aventura.

Jisoo parpadeó, sorprendida por sus palabras.

Sí, quería ver cómo iban las cosas en el viaje y después, pero era la primera vez que admitía sus más profundos deseos, incluso a sí misma.
— L-lo que quiero decir es que hay algo entre nosotras, Jisoo, algo que no sentía desde la primera vez que me enamoré de verdad.

—Lisa recuerda cómo acabó tu primera relación de verdad.

—Con una gran pesadilla pública, un corazón roto y esa chica tratando de chantajearme.

—Entiende por eso me preocupas hermana, — respondió Jisoo.

—La pasaste muy mal  y no quiero que te vuelva a suceder lo mismo Lisa. Fue espantoso verte así, como si te hubieran drenado toda la vitalidad durante más de un año. ¿Conoces bien a la Señorita Kim?

—La conozco, — replicó Lisa.

—No me refiero en el sentido físico.

Lisa hizo un sonido molesta.
—Yo tampoco la conozco bien. Pero confío en ella, Jisoo, y sé que solo tratas de protegerme, pero soy yo la que debe hacerlo sola.

Así que, por favor, hermana, no soy la chica que era hace cinco años. Confío en la Señorita Kim, y por eso debes confiar en que no estoy cometiendo un grave error.

Jisoo vaciló molesta al otro lado de la línea. —Quiero lo mejor para ti, eso es todo.

—Lo sé, pero tendrás que confiar en mí Jisoo.

—Ya lo hago Lisa. Es de la señorita Kim de quien no me fío.....

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Gracias por leer ✨

Destino Inesperado (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora