Capítulo 17

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-Esto es para tí, no te asustes.

Jennie tomó la caja de sus manos sin aliento y, al abrirla, vio una medalla plateada con un dije-No entiendo.

-Es un dije de la suerte. Pensé que era apropiado por el viaje, pero tal vez lo sea para ambas.

Seguimos viajando por el mundo, tratando de encontrar nuestro lugar.

No estoy segura de lo que quiero de la empresa de mi familia, y sabes que el corazón de una cineasta late dentro de ti.

Lisa le abrochó la cadena, besándola en la mejilla lentamente.
El calor se extendió por su cuerpo.

-Gracias Lisa.

-Es plata auténtica Ruby e implica una promesa. Sé que hemos iniciado una relación y prometo ser monógama por ti y poner todo de mi parte para que está relación crezca de la mejor manera. Solo tienes que aceptarme.

-Yo....

Lisa tomó su rostro entre sus manos y la besó, hundiéndose en su boca e iniciando una danza por el control con su lengua.

Su aliento sabía a azafrán y a otras especias, y sus labios eran suaves contra los suyos.

El olor dulce de las flores le hacía cosquillas en la nariz.

Cuando Lisa se apartó, Jennie trató de recuperar el aire.

-Yo.....

-Solo di que sí.

Brotaron lágrimas de sus ojos y, al tocar la cadena, sus rasgos felinos se ensombrecieron. -Lisa hay tantas cosas que quiero decirte, pero no sé cómo.

-Podemos hablarlo más adelante Ruby Jane, pero quédate conmigo. No tienes que mudarte conmigo si no quieres, aunque la finca familiar al norte es enorme. Hay alas que nunca he visto.

-¿Alas?

-Sí, pero después de lo que sucedió anoche, después de que estuvieran a punto de apuñalarte, estuve dándole muchas vueltas.

No quiero arriesgarme a perderte, y creo que podría suceder si no te digo lo especial que eres para mí.

-Si acepto la propuesta, y yo... saldremos y trabajaré en la película mientras esté aquí, pero necesito mi trabajo y no quiero precipitarme pero Confío en ti Lisa.

-Bien, yo también confío en ti Ruby.

Jennie la besó de nuevo y, al apartarse, la oyó murmurar algo que no pudo distinguir, pero, por un momento, creyó haber oído que Lisa no debería hacerlo.

No, he tenido que oír mal .
-Sabes, -dijo Jennie, volviendo a meter los platos en la cesta de picnic y sacándola de la manta.
-Creo que hay una forma de agradecerte que me salvarás anoche. De darte las gracias por todo .

Su voz adquirió un tono sensual que hizo que la sangre fuera directamente a otras partes de su cuerpo.

Su deseo provocaba que ansiara con desesperación probar su sabor y sentir su piel bajo sus dedos.

-¿Qué puedes hacer? -preguntó Lisa, dejando que su propia voz se convirtiera en un ronroneo grave.

-¿Estamos solas verdad?

-No hay nadie al menos a un kilómetro a la redonda. La granja de está bastante alejada.

-¿También planeaste esta parte? - preguntó Jennie.

-Puede que se me pasara por la cabeza, - dijo Lisa.

Sus dedos se movieron con gran precisión mientras sostenía el dobladillo de su ropa.
-He estado soñando tantas cosas contigo Lisa -dijo Jennie, con voz aterciopelada que sonaba dulce y pegajosa como la miel en sus oídos.

Recorrió los abdominales de Lisa con sus uñas, dibujando oscuros patrones que solo ella conocía sobre su piel.

Jennie gimió mientras presionaba sus labios contra el cuello de Lisa y poco a poco fue bajando a su abdomen, justo encima de su ombligo.

Lamió la piel sensible de la zona, recorriendo con su suave besos su estómago y excitándola con cada caricia de su lengua.

Luego se inclinó más abajo, trazando un sendero hasta la cintura de su ropa.

Lisa gimió y acarició sus suaves cabellos.
-Eres muy descarada gatita.

-Oh, sabes bien lo que voy a hacer, - dijo Jennie y su voz era puro pecado. Y puro deseo.

Desabrochó los botones con dedos ágiles y sonrió al ver que la observaba.

-No llevabas ropa interior hoy. Parece que esperabas algo así.

-Puede ser, -admitió.

-¿En qué piensas, gatita?

Jennie volvió a lamerse los labios deliberadamente para que se fijara en sus labios suaves y rosados.
-Ya lo sabes Lisa.

Jennie quería excitarla al máximo.

Pero luego de unos segundos Lisa tomó el control.

La besó apasionadamente
-Eres demasiado hermosa pequeña gatita.

La tumbó de espaldas con un rápido movimiento sobre la manta de picnic y, sin perder un ápice de tiempo, comenzó a quitarle la ropa, atrapó un pecho con los labios y lo saboreó hasta que la escuchó gemir e implorar.

Desde allí descendió por su vientre plano y se recreó con cada una de sus curvas.

-Esto solo es solo el comienzo gatita-Su voz resonó amortiguada contra el abdomen de ella.

La risa ahogada de Jennie invadió el espacio de ambas.

Esto era un sueño, se dijo, mientras se dejaba llevar por las caricias de Lisa la chica que desde hace más de un año la estaba volviendo loca en el más amplio sentido de la palabra.

Fascinada ante la vista.
Lisa comenzó a acariciar su cabello, incitándola a volver a besarla, lo que dio inicio a un encuentro lleno de ternura y romanticismo al aire libre.

Lisa besaba el cuello de Jennie mientras disfrutaba de las caricias.

Ambas fueron quitándose lo que les faltaba de ropa lentamente hasta quedar completamente desnudas a la intemperie.

Jennie se encontraba apoyada contra la manta de picnic, mientras Lisa la penetraba lentamente con suavidad.

Disfrutaba de sus delicados senos, y de su piel suave.

Ambas estaban en un trance de pasión que no pueden ser interrumpidas por nada en el universo.

Lisa volvía a experimentar por segunda vez el significado de hacer el amor.

Todo lo que conocía antes se trata de lujuria y sexo desenfrenado, pero con Ruby todo es totalmente diferente.

Ambas se devoran con besos apasionados hasta llegar al orgasmo bajo la luz de la luna.

Ambas llegaron al mismo tiempo y fue como si sus cuerpos explotaran en un millón de trozos

Volviendo a caer sobre la manta, provocando que sus cuerpos se estremecieran hasta que no pudieran sentir nada más allá del placer.

Después de un rato, Lisa volvió a recuperar el sentido y contempló las estrellas que se cernían sobre sus cabezas, brillando en el horizonte.

Jennie se acurrucó contra los pechos de Lisa y luego agarro su cara besando sus labios.
-Me importas tanto, Lisa.

Lisa la besó y le acarició el cabello, admirando la forma en que se extendía sobre su pecho.

-Tú a mí también me importas mucho, mi pequeña gatita descarada.

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Gracias por leer ✨

Destino Inesperado (Adaptación Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora