¿Quien dirían que dos jovenes unirían sanguíneos entre dos enemigos?
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MADELAINE VELASQUÉZ GUERRINI; hija de un abogado muy destacado y millonario, de una ex modelo también muy destacada y millonaria. Acostumbrada a las comodidades y seguridad qu...
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Lo vi a lo lejos, sintiendo a mi corazón latir con tanta rapidez, con tanta felicidad. Fijó su vista en mi, y sonreí, no pude evitarlo, el también lo hizo, y notaba que era sincero, losé.
-Hola. Llego hacía mi, algo que me sorprendió un poco.
-Hola. Le salude, y el ambiente que nos rodeaba podía sentirse diferente.
-Creí que tenías practica de porristas. Negue.
Me extrañe un poco, al oírlo decir eso; pues apenas llegue y apenas me habían aceptado. Pero todo ello había sido estropeado. Según lo que me conto una de las porristas, había sido la capitana.
-La cancelaron, la causante fue esa chica Sandra. Me cruce de brazos.
No la conozco y ya me da mala espina esa chica.
-Bueno, puedo...
-No hace falta, yo lo hago. Le di una palmada y me marche hacía el casillero de esa chica.
Adapte mi postura neutral y la observe fijamente por unos segundos, hasta que se desespero y me observó harta, podía sentir que yo no le agradaba en lo absoluto.
Y ni siquiera nos conocíamos
-¿Que quieres niñita?
JAJAJA date cuenta del mujerón que tienes enfrente.
-Aquí la niñita parece otra por la forma que tiene de comportarse. Podía ver todo su coraje y odio hacía mi, reflejados en sus ojos.
Sin embargo me mantuve tranquila.
-Se que tu tuviste que ver con que cancelaran las practicas, o bueno el curso de porristas. Fingió asombro.
Se llevo una mano hacía el pecho y me miro como si fuese tonta.
-¡Enserio! Oh cuanto lo siento, ¡Cerecita!
Fruncí el ceño.
-¿Que?
-No llores por favor, esque...es el apodo más...adecuado a ti que pude encontrar. Sonrió con suficiencia.
Suspire.
-No me cambies de tema, se que lo hiciste, pero no sé porque.
-¿Enserio?, bueno en pocas palabras te odio.
-¿Tu inocencia lo comprende?
Se burlo, dejándome sola.
Asique entonces era inocente, ¿por eso todas las personas me observaban raro siempre?, ¿era anormal?
Me exalté al sentir una mano, en mi hombro. Afortunadamente era Cole, estaba segura de que el no me haría daño. Medio sonreí, quería ocultar lo más que me habían afectado las palabras de esa chica, pero creo que para calmarme necesitaría llorar.
