Enfermedad/editado

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Me había comenzado a sentir cómodo con su compañía

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Me había comenzado a sentir cómodo con su compañía. Aunque claramente odiaba admitirlo.
Ahora precisamente, la esperaba en mi auto, mi Lili.

-Gusta pedir algo. Se acerco una anciana con una sonrisilla dulce.

Sonreí y negué, podía ser el peor en modales, eso claro estaba. Pero con alguien de tercera edad, era todo un chico bueno. Decidí bajar, de mi auto para esperarla en una de esas mesas. Tome mi teléfono del bolsillo de mi pantalón.

-Cole, ¿Nos vemos está noche?

 Suspire, era Sandra, ni siquiera me había tomado la molestia de ver el nombre.

-No puedo. Silencio, unos segundos, después un bufido.

-¿Enserio?

 Asentí como si estuviese viéndome, y ala ves fuese algo obvio que era enserio.

-¿Que es más importante que pasar una noche conmigo?

Rodé los ojos.

-Dándole más esperanzas al plan, se podría decir que ahora mismo estoy por darle forma. Silencio otra vez.

-¿Que?

-¿No crees que pasas más tiempo de lo normal con ella?.

-¿Entonces que se supone que haga?

 eleve la voz un poco.

-Venir a pasar la noche conmigo, tu eres consiente de que juntos nos divertiremos...y en cambio con esa niñita solo te aburrirás. Fruncí los ceños.

-Escucha ahora mismo me importa en lo más mínimo ese estúpido plan.

-Pues a mi si me importa. Conteste ya algo irritado.

-Escucha Cole spr....

Le colgué ya fastidiado, y al ver que ella ya había llegado y bajaba de la carcacha aquella. Entonces llego hacía mi y borro su sonrisa.

-¿Todo bien?

Asentí.

-Ya sabes, mi manager, tenía unos asuntos pendientes y obviamente los cancele, entonces mi manager enfureció, en fin. Suspire.

-Cole, no tenías que cancelar algo así solo por está cena. Sonreí.

-Esta bien.

Me tome unos segundos para observarla; me di cuenta de que venía vestida con un estilo que es impropio de ella, un top negro, unos pantalones negros, lentes negros, su cabello totalmente lizo, y brillo labial. Debía admitir que, aunque sonara extraño me había logrado robar el aliento.

-Te vez hermosa...

Note entonces un sonrojo en sus mejillas, algo que la hizo parecer adorable. Me reí para disimular, y ella tomo asiento frente a mi.

𝐂𝐚𝐫𝐢𝐬𝐢𝐚𝐬 Ⓘ︎𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀   Ⓛ︎#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora