¿Quien dirían que dos jovenes unirían sanguíneos entre dos enemigos?
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MADELAINE VELASQUÉZ GUERRINI; hija de un abogado muy destacado y millonario, de una ex modelo también muy destacada y millonaria. Acostumbrada a las comodidades y seguridad qu...
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Cole
Todos en el lugar comenzaron a aplaudir y aludir efusivamente, Betty y yo volteamos hacía la entrada del casino. Una cabellera roja deslumbrante, fue lo que enseguida me llamo por completo la atención. Al parecer ni siquiera había notado una mirada mía, y valla que eran muchas; pues estaba tan cambiada....labial rojo, mini falda, top...
-Cierra esa boca.
Al escuchar la voz de Betty, que me hizo volver ala realidad, solo tosí y me dedique a beber de mi copa para de vez en cuando echarle ojeadas.
-Ella ni siquiera ha notado tus insistentes miradas desde que entro, y tú literalmente...comiéndotela visualmente.
Suelta lo ultimó con burla.
-¿De verdad nos me han pasado las copas?
Betty me ve confundida, hasta que sus gestos se relajan divertidos.
-Literalmente no, su imagen en vivo y en directo es más real que mi vida social.
Le echo una mala mirada.
-De verdad, si te ha atraído solo ve he inicia una conversación.
Suspire algo desanimado.
-No es tan fácil.
Negue.
-No entiendo por que.
Se cruza de brazos.
Le echo una ojeada a Madeleine; quién ríe y charla abiertamente con su amiga y uno que otro hombre que se les acerca, después volteo hacía el frente, me termino el vino de mi copa, y me reprimo.
-Es ella.
Bastó ese par de palabras, para que Betty supiera que aquella chica que no podía parar de mirar...era aquella misma, ala que le había roto el corazón.
-Por como eras, supongo que tu primer idea al verla en aquel entonces, era llevártela ala cama.
Repiqueteo los dedos sobre la mesa, y los observo unos minutos.
-¿Supones?
Susurro.
La notó asentir.
-Pues lo has echo bien.
Suspiro de manera fúnebre.
-Deberías ir, y pedirle ese perdón que tanto le debes.
-No es tan fácil como crees.
-¿Porque no?
-Porque debe de odiarme.
-Bueno, me dijiste que ella era tan buena que no la merecías, si no estabas equivocado...se que te perdonara.
