saciar el deseo/editado

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-Espero que no lo haigas arruinado

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-Espero que no lo haigas arruinado. Voltee con cansancio hacía Sandra.

-Sandra, para que lo sepas, esto también me beneficia a mi, asique obviamente no fallare.

-Entonces...¿Porque, no vienes...y me seduces?

 Me sonrío.

-Sabes que yo no soy inocente. Se mordió el labio exageradamente.

-Ni siquiera tienes una gota de ello.

Respondí.

Rodé los ojos, me acerque y la estampe con brusquedad contra la pared del salón. Comenzando a hacerlo, sin sentir nada, más que sudoración y esperando impacientemente a que acabase.

——

Me arregle la camisa y salí de hay sin despedirme. Sabía que así era, y que no cambiaría.

Necesitaba pensar todo con más precisión, y aquí el único lugar solitario era el gimnasio.

Me quedé tartamudeando como estúpido, saber que era la única chica que no podía llevarme ala cama, por obvias razones, sumando el encontrármela así, en sostén, completamente en ropa interior, lo hacía todo más frustrante

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Me quedé tartamudeando como estúpido, saber que era la única chica que no podía llevarme ala cama, por obvias razones, sumando el encontrármela así, en sostén, completamente en ropa interior, lo hacía todo más frustrante. Lo peor es que no hacía ni el mínimo intento por vestirse; solo me observaba con ese típico brillo inocente en los ojos. Bendita su inocencia, juro aquí mismo que algún día, hare que no le quede ni una pura gota.

-¿Te pasa algo?

Frunció los seños.

-Lamento, eh...haber entrado...

Dije aún mirando sus pechos; observándola bien...tenía más que Sandra, si ella los 'tenía grandes, lo cierto es que cada vez que teníamos sexo, caían trozos de papel por doquier. Y valla que está pelirroja, si los tenía grandes. Sentí su mirada en todo momento. La vi a los ojos, extrañamente nervioso.

-Maldita sea..

Susurre por lo bajo y entonces salí de hay.

Necesitaba besarla, tener una clase de contacto físico con ella, para calmar el deseo que sentía; pero sabía que hacerlo seria algo absurdo, y que no solo terminaría arruinando el acercamiento, sino también todo el plan. No podía seguir aquí, tenía que irme, y con la compañía de Sandra para desahogarme, al final de cuentas, era ella la culpable, se que para ella estaría perfecto.

-Colee. Se acerco rodeando mi cuello cariñosamente.

Rodé los ojos.

-Sígueme.

Comencé a caminar, oyendo como se despedía de la chica esa, y corría detrás de mi. Me tomo del brazo y me zafe al instante.

-Sabes que no me gusta el contacto físico frente a los demás. Gruñí.

Justo cuando íbamos saliendo, nos cruzamos con la pelirroja y su amiga, ella me miro y después continúo hablando y riendo con su amiga la cabellos de uva.

Bufé, y trepe al auto, se nota por mis palabras que no estoy de buen humor, porque no puedo tocarla.

Es frustrante.

Y es apenas el comienzo de este plan.

——

Pedimos la habitación de hotel, entramos a está, entonces Sandra comenzó a comportarse como una sanguijuela, chupando y succionando la piel de mi cuello.

-¿Torombolo?.

-Betty, no llegare está noche...

Hubo silencio por su parte, mientras que Sandra soltó una risilla.

-Ya veo, no estarás solo. Suspiro con cansancio.

Le colgué y entonces comencé.

——

-No tenías que soltar una risa, sabes que es mi hermana, y que además no tienes derecho a marcar territorio. Me miro molesta.

-Pues no parece tu hermana, físicamente, tiene rasgos más finos. Contraataco, me quede rígido y entonces me di la vuelta en la cama.

-Si abres la boca, ya no habrá más sexo.

-No me hagas abrir la boca entonces.

——

El resto de la semana, no hice más que faltar ala universidad, me había quedado en un hotel, claro que ya no había vuelto a buscar a Sandra. Solo la había utilizado para saciar mi deseo incontenible por aquella pelirroja.

-¿Coleta?.

-Que.

-¿Te pasa algo?.

-Que no me gusta que mi hermano se ande liando con cualquier chica, solo por diversión.

¿Cómo le decía que era mi forma de escapar de está estúpida realidad?

-Betty, iré en la tarde, necesito algún consejo.

-De acuerdo, pero que quede claro que mis ganas de darte con un sartén, aumentan. Oh valla, ya me sentía algo atemorizado.

-Hay no, no estás hablando enserió. Me rey  algo nervioso y colgué.

——

fin del maratón

saludos, Fiore. 

𝐂𝐚𝐫𝐢𝐬𝐢𝐚𝐬 Ⓘ︎𝗻𝗼𝗰𝗲𝗻𝘁𝗲𝘀   Ⓛ︎#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora