Capítulo 1

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6 años después

HELENA

Intento llenar con aire mis pulmones. Doblo mi cuerpo llevando mis manos a mis rodillas

- ¡No puedes cambiar las reglas del juego! - exclamo indignada. Puedo ver su sonrisa engreída y una misma brota de mis labios sin ningún esfuerzo

-Obvio que puedo Tía Helena - contraataca Mason.

Mi sobrino mayor e hijo de Frida y Travis esta pronto a cumplir los siete años y es un niño grandioso.

Todavía recuerdo la sorpresa que nos llevamos Greta y yo cuando vimos llegar a nuestra hermana con una notoria barriga de embarazada. Nos confeso que por eso había dejado la búsqueda de su vestido de novia hasta último momento.

Nos sorprendió aún más que Frida pudiera guardarse la noticia para ella por tanto tiempo.

No estoy tan agitada o fuera de entrenamiento como parece. Lo que sucede realmente es que es que hace noventa minutos que estamos jugando al futbol. Corriendo de un lado al otro, sudando y riendo hasta que me dice que él gana por ser titular. Estábamos jugando en el jardín de su casa, tenía que concederle eso.

Desde mi periferia puedo ver a Frida con Maggie en su cadera caminando hacía nosotros

- Sube a tu habitación y dúchate antes de que almorcemos.

- ¡Pero mamá...! - se queja - le gane a la tía Helena y estamos negociando la revancha.

Rio a carcajadas. Pequeño diablillo. Decido intervenir.

- Obedece o me quedaré con tu postre y tengo buena data de que Greta traerá su especialidad.

Eso hace que sus ojos se abran sorprendidos y salga corriendo dejando a mi hermana y a mi riendo.

- ¡Oh mi Dios! ¿De verdad? - asiento.

-¿No revisaste los mensajes del chat?

Niega acomodando a una inquieta Maggie que lucha por bajarse.

- No he tenido tiempo. Estuve adelantando algo de trabajo editando algunas fotos de la sesión de Stonewell. Además, Maggie ha estado inquieta y llorona.

- ¿Está bien? - pregunto acariciando su bracito

Asiente tendiéndomela. La atrapo con rapidez antes de que termine en el suelo.

- Le están saliendo los dientes. Tenla un segundo, recordé que dejé algo en el horno.

Rio abiertamente viendo a Frida correr desesperada.

Los domingos es día familiar. Vamos turnando de casa cada fin de semana, pero es una tradición que iniciamos hace años cuando Greta y Frida se fueron de casa. Intentamos estar siempre presentes, aunque hubo ocasiones en que no se logró. Como cuando Travis tiene que trabajar, o la vez que yo me fui con Aria a Brasil.

Puedo escuchar la voz de papá hablando con Mason.

- Parece que llegó tu abuelo bomboncito - le hablo a Maggie frotando mi nariz con la suya. Una sonrisa con pocos dientes me hace sonreír.

Desde que volví de Brasil finjo tener una buena relación con papá.

Sonrío cuando es necesario.

Asiento cuando tengo que hacerlo.

Hablo cuando se espera que lo haga.

Sueno como una perra sin corazón y quizás de cierta manera lo soy desde ese quince de enero en que cambio mi forma de ver el mundo.

Encadenada al Pasado© (Serie Encadenados: LIBRO II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora