4. Cayó la Bomba

162 12 0
                                    

"Probablemente no vuelva a creer en las palabras: Veamos y escuchemos solo cosas buenas, no más"- Louder than Bombs (BTS) 

¿Quién se creía ese hombre? Sé que es el hombre más poderoso de la ciudad o... creo que hasta del país pero eso no le da absolutamente para nada el derecho de ofender y humillar a quien se le venga en gana. 

¿Así serán todas las personas ricachonas? ¿Pisotean todo lo que se les ponga enfrente?

- Qué noche tan frustrante...- solté un suspiro mientras masajeaba mi sien.

Afortunadamente había logrado conseguir un taxi a esta hora y hacer que me llevara a casa prometiendo un buen pago; la ciudad estaba muy silenciosa... lo único que interrumpía la tranquilidad era la música de la radio del auto y el timbre de mi celular que no había dejado de sonar desde que abandoné el coctel. Algunas veces Kwang era molesto...
Mi celular volvió a sonar y ya cansada lo saqué de mi bolso y con enojo contesté la llamada.

- ¡¡Por lo que más quieras Kwang ya deja de molestar!!- grité.

- Cariño soy yo...- escuché la voz de mi madre al otro lado de la línea.

- ¿Mamá?- vi la pantalla de mi celular y efectivamente era ella, cerré mis ojos fuertemente al mismo tiempo que me regañaba mentalmente-. Perdóname ma... es que... olvídalo, ¿qué pasó?

- Kwang-ssi me llamó muy alterado, no sabía donde te habías metido y que no le respondías las llamadas- pausó-. ¿Ocurrió algo entre ustedes?- interrogó.

- No pasó nada no te preocupes ¿si?- sonreí-. Ya voy de camino a casa, llego en 10min.

- De acuerdo hija, te veo aquí... con cuidado- pidió.

- Si ma, lo tendré, te veo en un rato, bye.

Solté un suspiro y volví a guardar mi celular en mi bolso; dirigí mi mirada hacia la ventanilla y mi mente comenzó a volar, empecé a recordar aquellos momentos en los que mi familia estaba completa, cuando éramos felices y no teníamos los problemas que ahora ya hay... o tal ves, nunca tuve nada de eso, tal ves era tan inocente y tan pequeña como para darme cuenta que las personas que más amaba se estaban derrumbando y justo frente a mis ojos.
Sin siquiera notarlo, lágrimas empezaron a descender por mis ojos recorriendo mis mejillas y cayendo en mis piernas como gotas de lluvia saladas; al ver que ya estaba en mi vecindario me incorporé y limpié el rostro, borrando pista alguna de mi momento de tristeza y sonreír levemente para seguir.

- Muchas gracias señor..- le dije dándole una considerable cantidad de dinero-. Y perdóneme por las molestias- me disculpé.

- No tienes que disculparte muchacha.. y no finjas estar feliz cuando no es así- me devolvió el dinero-. Es bueno llorar para desahogarse.

- Gracias- agradecí mientras el taxista asentía y arrancaba, yo veía cómo se alejaba poco a poco.

Di la vuelta y camine hacia la entrada de mi hogar, metí la llave en la cerradura y con cuidado de no hacer ruido quité el seguro y abrí la puerta, ingresando completamente a la casa.
Todo estaba oscuro, asumí que mi madre ya se había ido a descansar, así que yo haría lo mismo.. con flojera me quité los tacones y los aventé por algún lugar de la entrada.

- Me estoy muriendo del cansancio.. ya no puedo más..- bufé mientras subía las escaleras.

Llego a mi habitación y lo primero que hago es tirarme a la cama, cuando siento que el sueño está por vencerme, somnolienta me quito el incómodo vestido dejándolo caer al suelo, y ya solamente en ropa interior me meto a mi cama cubriendo mi desnudez con las sábanas.

Matrimonio de Hielo (Jungkook y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora