Capítulo 6 (si he de morir esta noche, será luchando).

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Por las noches, siempre se puede ver la espectacular vista que ofrece Tokio, las calles adornadas por cientos de luces, anuncios de todo tipo, las personas caminando alrededor, el ajetreo de los autos por la carretera, los edificios grandes que son el hogar de muchas familias, todos con sueños y esperanzas, si ponías atención podías escuchar a los niños contarles a sus padres sus sueños de crecer y convertirse en ninjas.

Estaban tan acostumbrados al ruido de la ciudad que se sintió tan aterrador no escuchar absolutamente nada esa noche.

Tenían tres posibilidades, la primera, sus compañeros que yacían muertos a unos metros atrás, lograron evacuar a los civiles de esa zona y por eso el angustioso silencio, está realmente no era muy válida de creer, sus compañeros aún tenían sus armas en sus respectivos uniformes lo que significaba que el enemigo los tomo por sorpresa sin que estos pudiesen contraatacar.

La segunda opción es que los ciudadanos de la zona huyeran tras escuchar las bombas de hace un rato, todos querían creer que eso fue realmente lo que paso, y que encontrarían a todos resguardados en algún lugar seguro.

La tercera tenía un 80% de probabilidades de ser cierta, esta consiste en lo que todos a excepción de Saku y Mezuki creían, que todos fueron asesinados sin piedad alguna. Todo apuntaba a que era un hecho tras no encontrar nada durante su recorrido y ver esas calles que solían estar repletas de personas, vacías por completo, solo con los distintos tonos de luz que adornaban la ciudad sumado a la luz que les ofrecía la luna mostrando un escenario melancólico.

 Todo apuntaba a que era un hecho tras no encontrar nada durante su recorrido y ver esas calles que solían estar repletas de personas, vacías por completo, solo con los distintos tonos de luz que adornaban la ciudad sumado a la luz que les ofrecía...

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-Es inútil, no hay nadie aquí será mejor que volvamos- trato de convencer a los demás Sebastián.

-si será mejor que se vayan a si no estropearan la misión- contesto Mezuki atento a cualquier palabra que saliese de la boca de Saku quien estudiaba el terreno.

- ¿Mezuki kum de que hablas? - respondió Miho un tanto nerviosa, -no tenemos un plan, posiblemente es una trampa y estamos en donde ellos quieren-

-Eso es imposible- Mezuki era de los pocos que conocía el clan de origen de Saku junto a sus padres los emperadores, nadie más conocía a ciencia cierta de dónde venían sus peculiares rasgos, el clan Haru se especializaba por su perfecto control de Kanji, una de sus muchos beneficios les permite a sus portadores el rastreo, si en ese lugar había ninjas o soldados con kanji, Saku sería el primero en saberlo, y no pondría a su equipo en peligro.

-Bien, antes de comenzar les sugiero que se vayan los que no estén dispuesto a darlo todo, incluyendo sus vidas en esta misión- indico Saku en un tono serio y autoritario.

Nadie se fue, al contrario, todos mostraron cierto grado de calma al saber que Saku tenía listo su plan.

-Muy bien, si decidieron quedarse es porque serán útiles para ejecutar la misión y no interferirán en ella- de cierto modo Saku entendía que tuvieran miedo, pero era imposible para el perdonar a alguien que estaba dispuesto a huir dejando morir a personas incapaces de protegerles solos, para salvarse a sí mismo, eso era algo que no soportaba en un "soldado, en un guerrero".

-Lee tomara la delantera en el medio, Mezuki lo cubrirá del lado izquierdo, yo lo hare del derecho, Miho y Sebastián irán atrás, cubriendo su espalda- instruyo Saku mientras todos escuchaban atentos a cuales serían sus respectabas labores.

-detecto a veintitrés enemigos, con signos vitales acelerados, se mueven rápido, señal de que persiguen a alguien, tal y como lo piensan es en efecto a nuestra gente-

-La prioridad es salvar a tantos como se nos sea posible, si nos sobrepasan el número, la prioridad es la misma, dejen que Mezuki se haga cargo en caso de que la situación se nos salga de las manos- Saku beso a Mezuki en los labios, -andando- dijo finalmente Saku.

Todos desaparecieron con la niebla una vez dio la orden Saku, en la oscura noche, tomando posición y listo para ejecutar la misión de rescate. 


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