Los omegas son tratados como simples aparatos reproductores, y los betas no son mas que seres sin sentido o utilidad para los alfas , excepto Mezuki, para este alfa
no existe ser mas perfecto que Saku su omega dominante quien es la viva representac...
Dicen que la belleza cuesta, y si alguien sabia de esas palabras era el clan Haru, su peculiaridad no solo se basaba en la regeneración de células, la verdadera atracción era su cabello, un peculiar rosa pastel que denotaba en todos, alfas, omegas y betas, eran irresistibles ante otros clanes. por desgracia su belleza los llevo a la extinción dejando así, solo a Saku como ultimo miembro del clan con vida.
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Por la mañana Saku y Mezuki aprovecharon la casa solos y que no tenían clases, una vez los emperadores salieron del lugar y se dirigieron al trabajo, Mezuki cargo a Saku en su hombro, lo levanto como si fuera un saco liviano, y subió las escaleras.
-Mezuki tonto, si haces eso nos caeremos- dijo Saku sonrojado y haciendo algunas pataletas
-solo caeremos si sigues moviéndote- lo sujeto más fuerte, y le apretó un glúteo, -tranquilo, si caemos me asegurare de que caigas sobre mí-
Saku se quedó quieto –eres un pervertido se lo que intentas-
Al entrar a la habitación se encontraron con una misteriosa caja roja, en ella había distintos de artículos que a simple vista parecían instrumentos de tortura, de inmediato, Saku se volvió un tomate, todo extremo de su cara estaba sonrojado.
- ¿Qué es todo esto? -
Mezuki se inclinó hasta llegar a los oídos de Saku – ¿finges no saberlo? – días antes Mesuki descubrió a Saku viendo este tipo de productos en internet, decidió comprarlos para saciar la curiosidad de su novio.
-Sé que me viste el otro día, ¿esto es un castigo? - pregunto llevándose una mano a la cara tratando de ocultar su vergüenza.
-No te castigaría el día de tu cumpleaños, vi que los querías y quise comprarlos para ti-
- ¿No crees que soy un pervertido? –
Mezuki le beso la nuca, -claro que no, si tienes curiosidad, es trabajo de tu alfa acerté experimentar todo lo que tu mente o corazón deseé-
Mezuki tomo una especie de látigo –dime ¿te gustaría que tu alfa te ayude? –
-sí, me encantaría que mi alfa se haga cargo- ambos sonrieron.
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