ੈ✗↪Capítulo 9

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自由➤ Solo ahora puedes llorar! ‹ ⋆

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Meses después.

Era otro día como cualquiera pero está ves el sol se escondió entre las nubes y esas mismas impedían la vista al cielo perfecto. La mansión estaba en completo silencio, lo único que se escuchaba era la brisa chocar contra las persianas de las ventanas y contra el techo del hogar.

¿Porque tanto silencio? Esa pregunta tiene respuesta.
Meses atrás, mikey ordenado que la casa quedé abandonada por parte de los sirvientes y solo estén la pequeña familia.
La pequeña familia se encontraba en la habitación, el peliblanco estaba recostado en las piernas de Alaska al igual que Selina quien se encontraba en la misma posición.

La pelinegra acariciaba el cabello de ambos mientras pensaba en la vida de su futuro hijo, ese bebé que lleva en su vientre y que de apoco va creciendo. Pensaba en que quizás no sea tan malo su crianza en este lugar siendo guiada por como cuidan a Selina, pero tampoco le gustaba la idea de que su futuro hijo sea guiado por el mal camino de la delincuencia.

Cuando menos se dió cuenta ambos padre e hija se habían quedado dormidos ante las caricias de la mayor. Ella los acomodo y se levantó de la cama dirigiendose hacia la ventana. Asomo su cuerpo viendo el cielo cubierto por nubes grises más un fuerte viento, al parecer se acercaba una fuerte tormenta.
Estaba buscando paz en su mente cuando fue abrazada por detrás, Alaska sabía de quien se trataba así que no era necesario ver quién era.

— ¿Que hacías?. — su voz era ronca, recién se despertaba.

— Solo veía por la ventana.

El atrajo más el cuerpo de la femenina al suyo mientras acariciaba su vientre con delicadeza. La dió vuelta obligandola a verlo.

— Vuelve a la cama, debes descansar. — ordenó el mayor viendola a los ojos.

Ella solo asintió con su cabeza siendo guiada por el peliblanco a la cómoda cama donde se encontraba la pequeña niña dormida. Alaska se recosto en medio mientras trataba de buscar una buena posición donde su vientre no esté incómodo hasta que Mikey decidió hacer la posición de cucharita.

La pelinegra solo quedó en silencio sin quitar su vista muerta.

Hace meses sus ganas de ser libre iban aumentando, las lágrimas ya era algo característico de ella. Su apariencia había cambiado un poco, ahora estaba mas rellenita por el embarazo. Mikey la obligaba a comer para que no le haga mal al bebé, su cuerpo dejo de ser delgado, pero su piel aún seguía pálida con esas ojeras negras y su cabello negro corto seguía desordenado. Era un bello desastre para los ojos negros de Mikey.

El peliblanco acariciaba el vientre de la femenina con mucho cuidado no quería lastimar a su hijo, está ves el quería ser un padre presente y no ausente como en el primer embarazo.
Alaska acariciaba las manos de su hija admirando la suavidad de su piel y sus pequeños dedos, aunque sea igual a su padre, la pelinegra vio algo igual a ella en su hija, algo que hace años había desaparecido.

          ❝𝐏𝐄𝐑𝐉𝐔𝐈𝐂𝐈𝐎ᬊ (Primera Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora