ੈ✗↪Capítulo 18.|Final

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自由➤ Hasta que la luz revele el final! ‹ ⋆

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自由Hasta que la luz
revele el final! ‹ ⋆

El latido de su corazón se sentía fuertemente cuando puso su mano en su pecho, buscaba tranquilizar ese sentimiento de miedo al tener que verlo. Ya era hora, su venganza comienza.

Permanecian sentados los cuatro adultos en un silencio bastante incómodo, Alaska no perdió más tiempo.

— ¿Dónde está el?.

— El está en uno de los hoteles que dirige Bonten. — soltó Ran. — ¿Que planeas Alaska?.

Ella mantuvo su vista baja, ellos entendían a lo que iba.

— ¿Quieres enfrentarlo?.

Ella asintió con la cabeza, los tres hombres dieron un suspiro.

— Vas a morir Alaska. — insito Ran. — Esa niña se quedará sin madre.

— Es mi decisión, no podremos ser libres si el está ahí... No importa cuánto nos escapemos, el nos buscará a las dos. — trago duró sintiendo su cuerpo temblar. — Debo desacerme de el.

— Aunque sigo insistiendo que no... Debemos respetar tu decisión. — hablo Rindou. — Pero vuelve ileza tonta.

— Lo prometo.

La femenina se levantó de su asciento junto a los demás.

— Déjanos acompañarte aunque sea.

— No, esto debo hacerlo yo. Es mi guerra.

— Odio a las mujeres tercas.. y eso que salgo con una. — agrego Sanzu cruzado de brazos. — Ten cuidado y vuelve.

Ella se acercó a la puerta junto a los demás, dió un suspiro pasando para el otro lado.

— Adiós muchachos. — se despidió la femenina con una pequeña sonrisa en sus labios.

— Adiós Ali.

— Ella estará bien. — mensiono Rindou lo cual Alaska asintió.

Ellos no iban a interponerse, no podían. Esa dedicación fue por voluntad propia, y es un deseo que ella anela.

Alaska se despidió por completo y salió de la mansión a pie, no llevaba ningún arma, aunque sea arriesgado porque era muy evidente que el la asesinaría. La pelinegra no estaba en condiciones para pelear, su fuerza era débil. Pero que más da, iba a darlo todo.
Le llevo media hora llegar al hotel donde estaba Mikey.

Se adentro en el gran edificio preguntando por el caballero de cabellera blanca, obviamente le dieron el número de habitación. Alaska subió por el ascenso hasta el piso 5, bajo y camino por los estrechos pasillos hasta llegar a la habitación 512. Tocó la puerta dos veces pero nadie respondió, posó su mano en el plomo de la puerta y la giro logrando abrirla, al parecer no tenía llave.

          ❝𝐏𝐄𝐑𝐉𝐔𝐈𝐂𝐈𝐎ᬊ (Primera Versión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora