Habían pasado unos cuantos días desde que mi madre me consiguió el trabajo en Colombia, estaba emocionada por conocer una cultura diferente y más a sus personas, además, me daría un respiro y un pretexto para ignorar los constantes mensajes y las llamadas de Dante.
Mi madre había insistido en que le contestara para dejarle en claro que no había manera de que regresara con él, algo que al principio me sonaba razonable, sin embargo, la última vez que nos vimos fui muy clara con mi decisión, así que simplemente decidí ignorarlo.
Me estaba dirigiendo hacia el aeropuerto junto con mis padres, ellos estaban felices de que viajara, durante su juventud, antes de casarse, mis padres viajaron por todo el mundo, algo que querían que yo también hiciera, ya fuese sola o con alguien especial.
-El vuelo sale en treinta minutos apurate - dijo mi madre un poco desesperada - Dios Mio Rocío Mendoza perderás el avión - dijo corriendo con mis maletas.
-Te dije que se pondría así - sonrió mi padre.
-Siempre lo hace, ¿vienes?
-No ve tu, no quiero retrasarte.
-Gracias papá, adiós - le di un beso en la mejilla y fui corriendo con mi madre quien estaba en la fila lista para documentar mis dos maletas.
-El equipo con el que viajarás ésta allá - dijo señalando a un grupo de siete personas -. Ten cuidado ¿si?
-Sí mamá, estaré bien, ni notarás que me fui, adios- nos despedimos de beso, terminé la documentación de mi equipaje y fui con el grupo.
-Hola soy Diego Ramírez ¿tu quien eres dulzura?
-Rocío Mendoza.
-Oh claro, ya se quien eres. Intenta no quitarme mi trabajo - me guiño el ojo.
-Eres el fotógrafo que me ganó el puesto - dije riendo.
-Claro que sí, un gusto.
-Un gusto - nos dimos la mano.
-Ven, ella es Dulce Ramírez, mi hermana, se encarga de la edición de las fotos y la parte de la publicidad, la parte aburrida.
-No es aburrido y es igual de hermoso que tu arte - dijo la chica defendiéndose. Ambos eran de estatura baja, piel blanca, cabello negro lacio y unos enormes ojos cafés, además de ser muy delgados - espero no te haya molestado Diego, puede ser una pesadilla cuando quiere.
-Pará nada, ha sido muy amable.
-Me alegro, ahora, hazle un bien a la compañía para la que trabajamos y quitale el puesto.
-Ella no viene a trabajar, viene de aprendiz - la corrigió el pelingro.
-¿Es cierto? - me miró sorprendida.
-Sí algo así - dije entre dientes.
-Bueno entonces vamos, no quiero perder el avión - suspiró Dulce.
Estabamos apuntó de abordar el avión cuando mi celular sonó.
-Dante no tengo tiempo - le dije cansada.
-No te vayas.
-¿Cómo supiste?
-Tu padre pensó que yo era tu tía y lo dijo.
-Bien.
-Dejame arreglarlo.
-No hay nada que arreglar.
-Voltea - lo hice y estaba ahí, no lo dejaban pasar por falta de boleto pero estaba ahí.
-Adiós Dante, y es para siempre.
Colgué y me subí al avión sin mirar atrás. Algo le debía admitir, tenía ganas de arreglarlo, estaba dispuesto a hacerlo pero la verdad, jamás hubo nada, nuestra relación se basaba en palabras y sueños tan distantes como vacíos, eramos dos mundos distintos, eso jamás funcionaría.
Llegué a mi asiento y me comencé a ver por la ventana dispuesta a abandonar todo pensamiento y relajarme, mis padres tenían razón, necesito estas vacaciones.
-Ahora entiendo porque te vas.
-Perdón - dije mirando a Dulce que se había puesto a lado mío.
-El chico, es tu ex novio y quieres distraerte un poco, me imagino que la ruptura fue difícil.
Solté una risa - Para nada, no se como duramos tanto, jamás me había sentido tan bien y tan libre en mi vida.
-¿Entonces estas aquí porque...?
-Necesito vacaciones y amo viajar, no lo hago mucho pero cuando lo hago, es una de las mejores sensaciones que he sentido.
-Me agradas.
Ambas reímos - también me agradas.
...
-Despierta dormilona, llegamos a Colombia - me despertó Dulce, no supe en que momento me había quedado dormida pero vaya que me había ayudado. Me levante, fuimos por nuestras maletas y fuimos al autobus que nos llevaría al pueblo donde pasaríamos los siguientes meses para documentar y aprender sobre Colombia.
Fue un camino largo que se paso entre risas del chófer, Diego, Dulce y mías por las constantes quejas de nuestro colega.
-Debiste pensarlo dos veces antes de ponerte esa ropa, obvio te iba a dar calor - carcajeo Dulce.
-Dibisti pinsirli dis vicis - se burló su hermano.
-Lamento interrumpirlos pero llegamos - nos dijo el taxista. Salimos del auto y vimos por primera vez el lugar. Era hermoso, la gente estaba feliz y todo era muy pintoresco, se sentía como si todo ahí fuera mágico.
-Disculpe ¿se les ofrece algo? - una chica de mi estatura con hermoso pelo negro y un vestido lila con flores me habló.
-Hola yo... ¿Sabe dónde esta este lugar? - aproveché para preguntar sobre el hostal donde nos quedaríamos.
-Es ese de allá, el de las puertas azules - me dijo señalandolo.
-Okey, gracias, que tengas un lindo día - volví con mis recientes amigos para pagar mi parte del taxi y recoger mis maletas - ya sé donde esta el hostal, vengan.
Tomamos nuestras cosas y nos dirigimos al hostal, varias personas se nos quedaban viendo, supongo que no muchas personas vienen de visita.
-Rocío - escuché una voz alegre llamándome.
-Señor Romes - lo abracé.
-Puedes llamarme Victor, nos conocemos desde que naciste.
-Está bien, gracias por dejarme venir.
-Y como no habría de hacerlo, soy el jefe y mejor amigo de tu madre, es lo menos que puedo hacer.
-Gracias.
-Ahora ve a tu cuarto y disfruta, el día de hoy es libre.
-Gracias
Me dirigí a mi habitación, acomodé mis cosas y me dejé caer en la cama. Por fin había llegado.
...
Holaaaaa espero les guste esta historia, pregunta seria ¿les gustaría ver el pov de Camilo?
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Destino (Camilo Madrigal Y Tu)
FanfictionEsta historia está ambientada tres años después de la película. Tras la ruptura con su novio Rocío Mendoza decide irse de su país natal y mudarse a Colombia, para tener un pequeño respiro y poder disfrutar de sus vacaciones alejada del drama, sin e...