Destino (Camilo Madrigal Y Tu)

Cena Con Los Madrigal

Rocío pov

Una señora, quien me imagino debería ser la abuela, me abrió la puerta en cuanto llegué y toqué el timbre. Al entrar pude ver a toda la familia reunida.

-Un placer conocerte Rocío - habló la abuela muy seria.

-El gusto es mío señora Madrigal.

-Hola yo soy Pepa Madrigal y el es mi esposo, estamos feliz de conocerte - una señora de pelo rojizo y ahora sé, su esposo, un señor un poco chaparro y muy moreno me saludaron.

-El gusto es todo mío.

-Como debes saber nuestra familia tiene dones, el de mi esposa es controlar el clima - me explicó el señor.

-Eso es increíble - le dije sonriendo.

-Y espera ver los de mis hijos. Dolores, Camilo y Antonio - se me paró el corazón.

-¿Camilo? - dije impactada.

-Espero no estés decepcionada - dirigí mi mirada hacia esa voz que reconocía, estaba bajando las escaleras de las casa de una manera muy segura - me alegra verte de nuevo.

Estaba petrificada, Camilo era un Madrigal - También me alegra verte - Dolores se acercó.

- ¿así que conocías a mi hermano y no me lo dijiste? - dijo divertida.

-no sabía que lo era, lo lamento.

-luego pueden presentarse con sus dones, es hora de cenar, no quiero que se enfríe - dijo la abuela dirigiéndose al comedor.

-ven sígueme - me dijo Camilo, yo aún impactada por el hecho de que él estaba aquí lo seguí hasta la mesa y me senté junto de él. La comida se sirvió sola.

-Gracias casita - dijo una chica de mi edad con grandes lentes redondos.

-Ella es Mirabel - me susurró Camilo.

-Gracias - ambos sonreímos.

-¿entonces cuanto tiempo estarás aquí? - preguntó Isabela

-Cuatro meses.

-¿Por qué viniste? - preguntó la abuela.

-Se suponía que trabajo pero al final solo serán unas vacaciones.

-Supongo que cuando regreses será para estudiar - afirmó la otra señora.

-Sí, veterinaria.

-Enserio? - preguntó emocionado el niño que estaba sentado alado mío.

-Sí, me encantan los animales.

-Ya me agradas - me dijo sonriendo - Mira. ¡SABANA!! - gritó lo último. Poco después un jaguar llegó, yo me hice un poco para atrás por la impresión aunque todos parecían acostumbrados - ella es Sabana, mi don es entender a los animales, hablo con ellos, ella es mi mejor amiga - yo trague en seco.

Sentí una mano posandose muy delicadamente en mi brazo y un boca muy cerca de mi odio hasta que susurró - acércate, no te hará nada - un escalofrío invadió mi cuerpo ante lo hecho por Camilo, cuando se alejó yo me acerqué a la jaguar, me miraba atenta, tome lentamente su rostro hasta sentir un pequeño ronroneo de su parte. La seguí acariciando como si fuera cualquier otro felino de la mitad de su tamaño.

-Le caes bien, dice que hueles a frutas, le gusta - me dijo muy animado el niño.

-Pues dile que ella me agrada, es una chica muy hermosa.

La cena siguió entre preguntas y risas y aunque tenía muchas preguntas sobre sus dones decidí no tocar el tema pues ellos no lo tocaban aunque a veces podía sentir la incomodidad de Camilo, aunque no sabía porque, y eso me ponía nerviosa.