Camilo Madrigal

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Rocío pov

Al llegar al hostal y meterme en la habitación solté un suspiro. La cena había sido intensa, todos querían saber todo sobre mi, al igual que yo quería saber todo sobre ellos, sin embargo, jamás tuve la oportunidad de preguntarles, si Camilo no me hubiera apartado de su familia y me hubiera contado la historia yo no sabría nada sobre ellos. Sin lugar a duda eran una familia excepcional, parecían muy unidos y alegres y el pequeño Antonio era una ternura andante, a pesar de que tan sólo tenía ocho años era sumamente inteligente y muy tierno.

El recuerdo de Camilo tomando mi brazo y susurrandome al oído volvió a mi, pude sentir los escalofríos en mi cuerpo de nuevo. La escena se repetía una y otra vez en mi cabeza, ¿porque diablos no podía sacarlo de mi cabeza? En cuanto terminaba ese recuerdo empezaba el momento en el que vi su don y entendí quien me había recibido era él ¿pero por qué con la apariencia de su prima Isabela? Aunque eso me importaba menos al recordar su reacción cuando me quedé quieta. Se sentía culpable, se culpaba por mi reacción, realmente le importaba que yo estuviera cómoda, y eso me hizo sentirme confiada, por eso me acerqué y le dije que estaba bien, y entonces nuestras miradas se conectaron por segunda vez. Me di cuenta de mi error, sus ojos no eran cafés, eran un color avellana, mientras más los veías más encontrabas la pequeña tonalidad verde que tenien. Pude ver ese brillo, ese reflejo de confianza y travesura pero también de ternura y amor sincero, eso reflejaban sus ojos, sin duda me quedé hipnotizada con sus ojos y tuve que admitir mi derrota. Diego y Dulce estaban en lo correcto, desde que lo vi por primera vez me había flechado, aunque no sabía porqué, no tenía porqué, ni siquiera lo conocía, pero algo dentro de mí me decía que no era necesario.

Acaricié su poncho y sonreí, me lo quite junto al resto de mi ropa y me puse mi pijamas, al estar guardando mi ropa en lo sucio tomé su poncho y lo olí, olía justo como el, era un aroma fresco y tropical, me dejé caer sobre la cama y el sueño me ganó siendo Camilo Madrigal lo último en lo que pensaba antes de dormir.

...

Perdon por el capítulo tan pequeño pero quería escribir un capítulo dedicado a como nuestra rocío aceptaba su pequeño crush en nuestro perfecto Camilo.

Destino (Camilo Madrigal Y Tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora