Destino (Camilo Madrigal Y Tu)

La Fiesta

Camilo pov

El día había empezado bien, parecía un día común, sin embargo, los nervios inundaban todo mi cuerpo, hoy sería una noche importante. Tal vez no habíamos dicho que sería una cita pero yo lo sentía de esa manera. Es mi oportunidad de demostrarle a Rocío cuanto me importaba y gustaba.

-Camilo, necesito que me ayudes con alguna cosas, es para la fiesta del día de hoy.

-Sí abuela, ya voy.

-¿Sabes donde están Dolores Isabel y Mirabel? No las encuentro por ningún lado.

-No abuela, no se nada de ellas.

-No puede ser donde se habrán metido.

-Por lo que vi, están en algo importante. Déjalas - dijo mi tío Bruno guiñandome el ojo - veras que será algo bueno.

-Esta bien - dijo mi abuela insatisfecha.

Me dirigí hacia donde sería la fiesta y comencé a ayudar como siempre en donde fuese que me necesitaran.

-Camilo ¿me podrías ayudar a colgar esto? - se acercó mi tía Julieta.

-Claro tía - alcé mi mano y lo colgué. Ella me miró con ternura - ¿pasa algo?

-Es la primera vez que no te combiertes en José para colgar o agarrar algo. Me alegra eso es todo. Has crecido mucho.

Se alejó y me di cuenta que tenía razón, hace tiempo había dejado de cambiar tanto para mis tareas incluso al estar con la familia.

-Camilo, ven, necesito tu ayuda - escuché a mi abuela y fui con ella - te voy a pasar las luces para que las cuelgues.

-Claro - comenzó a pasarme las luces y yo a colgarlas sin cambiar.

-¿Qué haces?

-Cambio las luces - dije extrañado por la pregunta.

-¿Por qué no mutaste como siempre?

-No es necesario, soy lo alto suficiente para hacerlo abuela.

-Claro - me miró raro y yo comencé a sentirme inseguro sobre sí realmente debía cambiar a no para ayudar al resto de mi familia con los preparativos para la fiesta.

Después de unas cuantas horas pude irme pues mi madre me dijo que podía hacerlo para arreglarme. Corrí emocionado a la casa y pude ver como mi hermana y primas corrían hacia el cuarto de Mirabel con algo en sus manos. Me pareció extraño pero seguí caminando hacia mí habitación.

Comencé a probarme lo que tenía pero nada me convencía, estaba empezando a entrar en pánico hasta que decidí hacer algo que jamás creí hacer. Pero aún si, bajé decidido hacia la cocina, sabía que estarían ahí.

En cuanto llegué pude verlos.

-Necesito su ayuda - dije penoso. Mi tío y mi papá me miraron sorprendidos.

-¿Con qué exactamente? - me preguntó mi papá.

-Invité a Rocío a la fiesta pero no se...

-Oí suficiente, vamos nosotros te ayudamos - sonrío mi tío Agustín.

Fuimos al cuarto de mi tío.

-Ven, estoy seguro que tengo un traje que te servirá.

-Oh si, ya se a cual te refieres - aseguró mi padre.

-Tu madre me lo dio cuando estaba empezando a salir con Julieta. Me dijo que el color favorito de mi Julieta era el amarillo y yo confiado de que decía la verdad lo use - rio recordando - toma, pruébalo.