Al día siguiente de haber llegado a Cuba, nos levantamos y volví a mi habitación para bañarme. Como Diego había dicho que nos íbamos para la playa, me puse un hilo dental rojo y una camiseta blanca apretada con un corazón a la altura de las tetas, la cual marcaba mis pezones y transparentaban los piercings. Martha estaba igual a mí, pero con la camisetica amarrada arriba de la barriga. Mientras desayunábamos, la Gente nos miraba y murmuraba todo el tiempo. Ya estando en la playa del Hotel, empezamos a fumar y a asolearnos al son de unos Bloody Marys. Éramos la atracción de todos los tipos, puesto que Diego nos obligaba a tomar el sol con las piernas abiertas. Por su parte, las mujeres medio miraban pero desconcertadas.
De repente, Diego dijo que había visto a mi ex-marido de lejos... Yo quedé paralizada!. Nada de raro tenía porque yo ya había pasado unas vacaciones en Cuba con él, además Diego lo conocía desde la vez que me hizo la ligadura de trompas en su clínica. Volteé a mirar donde me dijo y, desde luego, era Sebastián con mi hijo. Lo peor de todo es que a escasos metros estaban mis papás y mis suegros. Me quería morir... Seguro que Diego me iba a hacer alguna de sus embarradas "No mi amor, no se parece ni cinco", le contesté. Entonces él insistió diciendo que sí era y me sugirió que fuera a saludarlo. "No puedo, está con mi hijo... Acuérdate que tengo prohibido acercármele". Como teníamos el servicio internacional de roaming de Comcel, Diego me dijo que lo llamara al celular y cuadrara con él para vernos. Sebastián se había metido al mar y, obviamente, no contestaba; así que el plan B de mi querido ginecólogo era llamar a mi mamá!. Aparte quería que convenciera a mi ex de salir con nosotros por la noche a comer y a tomarnos unos tragos, porque según él quería conocerlo mejor. "Está bien, le voy a decir, pero primero déjame ir al baño Diego".
Cogí la camisetica para ponérmela y me la rapó: Nadita de camisetas mi amorcito, te vas al baño pero únicamente en tanga!". Me dirigí al baño muriéndome de la pena... Al volver del baño llamé a mi mamá del celular: "Hola Mami, soy yo, Paulina". "¿Quiubo hija, dónde estás? Hace meses no sé nada de ti", contestó. "Te estoy viendo aquí en la playa del Hotel Xanadú de Cuba, pero no me acerqué a saludarte por lo del niño". "Mejor, no quiero que te acerques ni a tu hijo ni a tu papá porque está muy enfermo". "Mami, si te parece veámonos atrás del espolón que está ahí....". "Ok, nos vemos allá en 5 minutos y yo voy con Sebastián". Colgué el teléfono y le rogué a Diego que me dejara poner la camiseta, pero no quiso. Me dijo que a las putas no les daba vergüenza mostrar su cuerpo y que si me tapaba me atenía a las consecuencias. Prendí un cigarrillo para tener algo entre las manos y calmar los nervios. Cuando llegué donde estaba mi mamá con mi ex-esposo los saludé de beso y ambos se quedaron atónitos mirándome...
- "¿Nena qué te hiciste en la cara y el cuerpo? Estás toda operada: busto, nariz... Y esos aretes en los senos y la lengua?!".
- "Sí mami, me operé el busto porque lo tenía muy pequeño, ahora es 95. Mi nariz nunca me gustó y ahora está más linda, aparte mi novio quería que me operara".
- "¿Y ese poco de aretes? ¿Y el tatuaje?".
- "A mi novio, que es el que está ahí con mi amiga embarazada le encantan".- "¿Y por qué estás en Topless? Se ve horrible eso, dejas mucho que desear....".
- "Ay mamiii, para asolearme mejor y quedar más quemadita. A Diego le fascina verme negrita todo el tiempo, por eso en Bogotá estoy yendo a la cámara de bronceo".
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HISTORIA DE UNA ESPOSA EJEMPLAR Por: Paulina Ángel
RomanceEste libro no esta escrito por mi es un libro que leí algún día y me gustaría compartirlo con ustedes. Este libro se trata de una mujer que tiene la vida perfecta con un buen trabajo una familia bien conformada, pero que por cosas del destino su...