La comida fue animada, hablaron de lo rico que había sido, de que en poco vendría Javier a buscar a Alan para ir a su trabajo, Juliet contándole que ya deseaba volver a clases, pero al mismo tiempo no lo queria, era muy estresante.
Los sushis fueron desapareciendo gradualmente, a medida que hablaban.
Hasta que llego Javier, y Alan suspiro leve, le había dejado uno de cada uno a su compañero, aunque no quería que llegase.
-Hola hermano- le dio la mano a Alan y le abrazo con palmadas en la espalda, luego saludo a Juliet con un beso en la mejilla -Hola Juliet-
-Hola Javier- dijo ella tranquila -¿Irán a trabajar?- le mira, y Javier nota un matiz extraño en su voz, no logra identificar de qué, pero asiente.
-Lo traeré a las 7, y yo lo cuido de quien le haga ojitos- le guiña el ojo riendo al ver que su amigo se sonroja como un tomate.
-¡Yo puedo cuidarme solo!- masculla -¡Por molestoso te quedas sin sushi!- y con eso Javier deja de reir.
-¿Sushi?- se nota las ansias en su voz -vamos Alan, no seas asi- le pide risueño -Si siempre te cuido no?- le dice juguetón, Alan cruza los brazos, reacio a darle sus sushis.
-Si me lo traes intacto te los doy yo- le dice Juliet -Y a las 7- le recuerda, notando la cara de los hombres frente a ella. Javier asintiendo animado y Alan con una risita esbozada en sus comisuras.
-Ya vayan, no sera que lleguen tarde- les dice sonriendo, ambos asienten y Javier toma su mochila, se acerca a ella y le da un piquito.
-Nos vemos- le susurra bajito. Ambos se sonrojan levemente y ella asiente.
Mientras tanto, Javier tiene la barbilla en el piso por la impresión.
-¿DE QUE ME PERDÍ?- casi grita emocionado por la pareja.
-Te cuento en el camino- le dice Alan y se van de allí con Javier eufórico por la noticia.
Al quedarse sola sintió el vacío en su pecho, sus ojos pulsandole por las lagrimas y que le faltaba la respiración.
"¿Cómo seguiré mintiendole?..." tapo su boca, sintiendo lo cálido de sus labios sobre los suyos, en un ósculo ínfimo, lleno de cariño e infinitamente perfecto.
Respiro hondo, no.
No podía consumirse ahora.
No podía detenerse ahora.
No quería perder su templanza ahora.
No soportaría perder su frialdad ahora.Se volvería loca si pierde también a Alan, si perdía la poca felicidad en su vida temía no volver a confiar en nada ni nadie. Conocía a gente así, y le aterraba volverse así.
No quería ser consumida por el miedo.
Inspiro hondo, aguantando las lágrimas, expiró lento, ya estaba lista.
Volvió a su habitación y se quito sus lentes de contacto, los escondió y se vistió completa de negro, con ropa holgada y con muchos bolsillos, cada uno con una utilidad o arma.
Una vez preparada tomo su mochila y salió por atrás. Alan tenía cámaras en el frontis y pero no en la puerta trasera o en la casa.
Se subió a su moto se cubrió con el cubrebocas y se puso el casco. A veces la usaba, otras no.
La hizo andar hasta el punto ciego de la cámara y salió con facilidad.
Condujo por la carretera y al salir de la misma, cubrió la patente de la moto. Recorrió un largo camino, colegeando* hasta llegar a la residencial del abogado, era un condominio acomodado, el terreno por casa eran de 20x20 metros, con la casa centrada y amplia, dejo el casco con la moto y analizó el plan que ya había dispuesto, todo saldría bien.
Confirmo que en su bolsillo del pecho derecho estaba la jeringa con el fármaco que mataría a su victima y salto la muralla, ya conocía los puntos ciegos de ese lugar.
Después de todo, Aháron le enseño que solo debía ser vista si ella así lo quería.
Paso los patios de las casas hasta la del abogado y observó detenidamente el lugar, detrás de unos arbustos bien cuidados.
Al parecer el hombre tenía buen instinto, o buenos contactos...
Camino hacia una ventana y escucho ruido, pasos, volvió al arbusto sin hacer ruido y vio a Robert pasar con Javier.
-Ya te lo dije, le ha dado un beso ante mis ojos- le digo bajo -Al parecer se han enamorado hasta las patas-
-Juliet no se enamora- dijo Robert con seriedad -Alan debe alejarse de ella... cuanto antes-
-¿Es por qué te rechazo?- Javier contesto con seriedad, algo molesto.
-¿Eso te ha dicho?- Robert analizó la expresión de Alan, este asintió -Bueno... cree lo que quieras, aún así, mantén a esa mujer bajo la mira, si vez algo raro alejense, ella no es de fiar.- su tono fue cortante.
-Ahora que lo mencionas...- susurro Alan, Robert le observo fijamente -Ella me derribo con suma facilidad, estaba desprevenido y todo... pero...- titubeo -Parecia... dispuesta a matarme...- hasta a Robert le costo escuchar, pero Juliet estaba pasmada, leyendo los labios del interlocutor.
Había cometido un grave error. Si Robert soltaba algo era su fin.
-... Mira Javier... Alán esta demasiado ensimismado ahora con la chica... por eso tú- puso su dedo sobre su pecho -debes protegerlo.- y siguió caminando, dejando a Alán comprender la intensidad de aquellas palabras.
Al menos Robert no la delataría tan fácilmente. Les vio doblar al final de la casa en silencio, fue entonces cuando volvio a la ventana y la abrió, con un ruido mínimo, entro a la casa.
Cerro la ventana, no con pestillo, pero si cerrada, no podía haber ningún cambio que se viese desde afuera.
Llego a las escaleras y en frente había una ventana, por donde entraba la luz de la luna y del farol del pasaje, Alan esta iluminado por ambos, mirando alrededor, serio y estoico salvaguardando el frontis de la casa.
Era irónico, había tenido la mejor experiencia de su vida con el hombre al que ahora podía apuñalar por la espalda y al que además estaba por dejar sin empleo...
Todo por tener trabajos opuestos...
Respiro hondo.
Debía hacerlo.
Ya había elegido ese camino, debía completarlo, hasta el final, hasta las últimas consecuencias... Solo esperaba que esas no involucraran el perder a Alán.
Holiiii
Nuevo cap uwu
Espero les guste.¿Qué les parece la historia? Y Robert? Y Juliet?
Lean, disfruten, comenten y voten ♡Haku-Tan
11 de Diciembre, 2021
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Jugando Con Fuego
Roman pour AdolescentsTantos peligros acechan el mundo, tantos padres muertos, hijos desaparecidos, torturas silenciosas y suicidios... El ser humano es frágil, tanto que no es capaz de aceptar aquello, y si lo hace no es capaz de cambiarlo... Le falta fuerza de voluntad...