-¡¿Te empujó por un precipicio?!- Brutilda se rio directamente en la cara de Astrid mientras Brutacio rodaba por el suelo de la risa. ¡Incluso Patan se reía de ella!
-Siendo realistas, fue la mejor manera de pasar a los guardias- Astrid resopló -Solo desearía que me hubiera dado una advertencia-
-Probablemente pensó que no lo escucharías- Cami intervino, una vez más. Había estado haciendo comentarios sarcásticos a lo largo de la historia de Astrid, burlándose de ella constantemente y presionando sus botones. Astrid miró a la chica de la ciénaga antes de terminar su historia.
-Me sorprende que confiaras en un tipo cualquiera en la celda de al lado- Patapez estaba desconcertado por la facilidad con la que confiaba en el, entonces, extraño.
-Pensé que si era un idiota o pensaba que me iba a traicionar, lo habría dejado atrás- Astrid se encogió de hombros -No es como si tuviera otra opción-
-No puedo creer que estuvieras planeando dejar a Hipo atrás. Hipo nunca traicionaría a nadie- Cami agregó, obviamente molesta porque Astrid dijo que podría haberlo dejado atrás.
-¡No sabía que Hipo estaba vivo, y mucho menos el tipo en la celda a mi lado!- Astrid respondió -Y sólo lo habría dejado si fuera un idiota. ¿Estás diciendo que Hipo es un idiota?- Ella no sabe cuál era el problema de Cami, pero la heredera de Ladrón de Ciénaga parecía tener un problema con cualquier cosa que Astrid dijera.
-¡Cómo te atreves a torcer mis palabras!- Cami gritó dirigiéndose directamente a la cara de Astrid.
-¡Tú torciste las mías primero!- Astrid gritó en respuesta, acercándose tanto a la cara de Cami que ellas casi se golpean la cabeza. Cami parecía una niña al lado de Astrid, que era más alta y más ancha que la enana de Ladrón de Ciénaga, Astrid pensó que podría agarrarla fácilmente a la otra heredera.
Astrid y Cami estaban a punto de alcanzar sus armas cuando las separaron. Thuggory agarró a Cami mientras Astrid era retenida por Patapez y Patan. Los gemelos cantaban '¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea!' en el fondo.
-¡Ya basta Cami!- Thuggory gritó cuando la soltó -Estos son los amigos de Hipo, ¡deberíamos tratarlos con respeto!-
-¡Ja! ¿Amigos? ¡Sabes tan bien como yo que no son sus amigos!- Thuggory agarro a Cami de nuevo. La llevó, pataleando y gritando, hasta su barco para charlar.
Astrid odiaba admitirlo, pero Cami tenía razón. Ninguno de ellos era realmente amigo de Hipo, todos estaban agrupados porque están en el mismo grupo de edad. Una mirada a Patapez y ella pudo ver que él pensaba lo mismo.
-¿De qué está hablando?- Brutacio se veía confundido, incluso un poco insultado.
-Sí, siempre nos agradó Hipo- Brutilda estuvo de acuerdo haciendo que el resto los mirara -¿Qué? Hablamos con él todo el tiempo, incluso salíamos con él durante el entrenamiento de dragón-
-Antes de que llegara a la cima del entrenamiento de dragón- Patapez aclaró.
-¡Sí! ¿No éramos todos amigos de Hipo?- Brutacio miró a los demás a su alrededor.
Ahora que Astrid lo pensaba, los gemelos no trataban a Hipo de manera diferente a como lo hacían con cualquier otra persona. Trataron a todo el mundo así de brutos, incluso Astrid tuvo que lidiar con las bromas de los gemelos y ocasionalmente con malos comportamientos. Hipo era más pequeño, por lo que se veía peor.
-Estoy bastante seguro de que lo golpeamos un par de veces- Agregó Patán.
-¿Y? Tú y Brutacio se golpean todo el tiempo- Para probar el punto de su hermana, Brutacio saltó sobre Patan y comenzó a ballenera.
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Un camino diferente
FanfictieHipo se va en Chimuelo, sin saber que todo Berk cree que está muerto. Cinco años después, Astrid se encuentra con Hipo y lo lleva de regreso a Berk. Pero Hipo guarda secretos. Astrid puede estar enamorada. ¿Y quiénes son estos jinetes de dragones de...