Un camino diferente

¿De que lado estas?

El Gran Comedor está sirviendo anguila ahumada hoy y el olor hizo agua la boca de Astrid. Justo lo que necesitaba después del largo día que tuvo. Se instaló con el resto de sus amigos y se puso manos a la obra, sin darse cuenta de lo hambrienta que había estado en realidad. Poner en marcha la construcción, encontrar a Hipo y los otros que habían salido, finalmente se enteró de cómo Hipo perdió la pierna y, para colmo, sus planes para la adición estaban fuera de lugar; tomó más de ella de lo que se dio cuenta!

Su ansiedad comenzó a aumentar solo de pensar en Hipo diciéndole que la adición no era estable. ¡Había trabajado tan duro para hacerlo bien! Acudió a cualquiera que tuviera la más mínima idea de cómo construir una arena y pidió consejos. ¡¿Cómo es que nadie se dio cuenta de su error crucial?! Su pánico creció mientras su mente giraba en espiral con plazos y costos.

Ella acompañó su comida con un poco de hidromiel, tratando de calmar sus nervios.

"Está bien" Ella se dijo a sí misma "Hipo lo noto y dijo que podía arreglarlo"

La imagen de Hipo sonriéndole antes de ponerse a trabajar brilló en su mente. ¡Si alguien le hubiera dicho a una Astrid más joven que Hipo terminaría siendo un tipo fiable y digno de confianza, habría enviado a esa persona al mar por temor a que se hubiera vuelto loco! Pero el lo es. Cuando dijo que podía arreglar los planos y hacerlo funcionar con lo que ya estaba construido, ella le creyó. Poco a poco su ansiedad se desvaneció. Tenía fe en que Hipo podía arreglarlo.

-¡ÉL ESTÁ AQUÍ!- llegó un grito ahogado desde afuera. De repente, la puerta se abrió de golpe cuando Ack entró corriendo.

-¡ESTOICO HA VUELTO!- Él vitoreó.

Mientras todos los demás vitoreaban, Astrid se puso de pie de un salto y se giró para ordenar a los demás que le dijeran a su 'invitado'. Empujando a los vikingos que celebraban, Astrid salió corriendo tan rápido como pudo por la puerta y atravesó el pueblo hasta que finalmente llegó a los muelles.

Sin aliento, ella miró hacia el barco que estaba a punto de atracar. Bocón ya estaba allí, ayudando a preparar las cuerdas y despejando un camino en los muelles. Él volvió a mirarla, su expresión reflejando la de ella. No estaban preparados para Estoico.

-¿Tienes un plan?- Bocón se acercó a ella, muy probablemente de ideas propias.

-No tengo idea de cómo le vamos a decirle- dijo Astrid -Pero debería estar feliz, ¿verdad? No todos los días el hijo de alguien regresa a casa después de que se pensaba que estaba muerto-

-Bien, estoico puede tomarlo de muchas maneras. Podría estar feliz... o podría estar furioso. El shock puede hacerle mucho a una persona-

Astrid le susurró mientras una multitud crecía a su alrededor -Creo que nuestra mejor opción es llevarlo de regreso a su casa, explicarle cuidadosamente antes de que entre y luego hacer que los dos se reúnan-

-Un buen plan como cualquiera- Bocón se encogió de hombros, luegomsemdio la vuelta para saludar a Estoico.

-¡Ah, Astrid! Me alegro de que estés bien- Estoico le dio una pequeña sonrisa después de saludar a Bocón.

-Sí, señor. No estoy herida y solo estuve en la Isla de los Marginados durante un día y medio antes de escapar y reunirme con el equipo de rescate- Astrid le informó, sus nervios haciéndola inusualmente formal.

-Es bueno escuchar eso- Estoico asintió mientras caminaba hacia el pueblo -Me sorprende que las noticias les hayan llegado tan rápido. Parece que tendremos que establecer un plan de seguridad para ti. Tendré que modificar... los viejos-

"¿Los viejos? No sabía que Hipo tenía planes de seguridad"

Bocón, leyendo su mente, se inclinó y susurró -¡Oh, había muchos! Siempre se las arreglaba para escapar corriendo por su cuenta-