Se acercaba a mi lentamente, con una media sonrisa. Aaaayyy esa media sonrisa...
Alto, castaño, con la piel bronceada por el sol, vaqueros azul oscuro y camiseta azul, ajustada en su medida. No pude evitarlo, le miré sus antebrazos. Es una manía que tengo, oye otras miran antes el culo o la sonrisa... Pues yo miro los ojos y los antebrazos, y sus ojos los tenia clavados ya..- Te esperaba Martina. - ¿perdon? Desde cuando me conocía y lo mas importante, ¿era posible que no me acordase de semejante tío?
- ¿Nos conocemos? - intenté parecer tranquila, y ausente a la conversación, casi como si fuese normal que todos supiesen mi nombre en aquel local nocturno en la playa.
- No, pero lo vamos a hacer ahora.
- ¿Entonces cómo sabes mi nombre?
- Fácil, todo el mundo habla de ti.
- ¿Cómo? - estaba alucinando, ¿de qué y de cuando?
- Hacía tiempo que no te veían por aquí y todos comentan lo cambiada que estás. - su sinceridad era aplastante, pero seguía sin entender nada. Nunca había sido objeto de comentarios mas allá del típico ¿qué tal por Málaga?
Mi familia era algo conocida y gozaba de buena posición, pero no era ninguna "it girl" del panorama italiano. Me fui a España en cuanto tuve oportunidad con mi madre, así que nunca hice vida en el pueblo mas que unos días en verano o en las vacaciones de navidad.
Era cierto que estaba en proceso de cambio tanto físico como mental y que esas vacaciones iban a ser una válvula de escape de un Ex en España y una vida rutinaria, pero ¿cómo era posible que lo supiese la gente si yo aun no lo tenia claro?- Y tu, ¿tambien comentas? - quería sonsacarle información como fuese.
- Yo sólo quería comprobar que tus ojos eran tan bonitos como se veían de lejos y que me pones igual de nervioso de cerca.
- Vaya... Gracias. Ahora estamos en paz, me acabas de pasar tus nervios.. - nerviosa era poco. Me había puesto atacada y sólo con una frase. Madre mía, y eso que no quería salir.
- Martina, perdón, no me encuentro muy bien. Me voy a casa, déjame las llaves y luego te las pongo debajo del felpudo. Así puedes quedarte un rato más, no quiero ser una molestia. - Valería se acercó a mí y me di cuenta de que ya no hablaba con el chico del limonar. No tenia muy buena pinta.
-Ni hablar, nos vamos las dos. No te vas a ir sola.
- Permitidme que os lleve a casa. Tengo el coche aparcado cerca.
Hice una rápida valoración del estado de Valeria, y de la cerveza que llevaba en la mano el chico, era sin alcohol, menos mal.
- Gracias. - por supuesto, mandé un Whatsapp con la matricula de su coche a otra amiga que se quedó en la fiesta y la dirección que le di, era tres casas más abajo de la mia. Por si acaso, que nunca se sabe.
Arrancó el coche y condujo por el paseo unos 200 metros hasta que tuvo que parar y dejarlo ahí unos minutos, ya que la salida hacia el centro estaba taponado por dos coches mal aparcados.
Miré hacia atrás y comprobé que Valeria se había quedado dormida.
- Ven, sal del coche - volvió a mirarme de esa forma.. - esperaremos fuera frente a la playa, es una pena no disfrutar de la noche y de las vistas.
- ¿Que vistas? Es de noche y no se ve el mar - yo tan positiva con nunca...
- Las que me ofreces tu. Llevo toda la noche escuchando a mis amigos decir que vendrías y aun sin conocerte sabía que no me pasarías desapercibida. - lo dijo mirándome a los ojos, supe que podía confiar en el.
- Pero...
No me dio tiempo a replicar, me cogió de la mano, me atrajo hacia el y me besó.
Fue intenso y suave al mismo tiempo, romántico y apasionado. Frente a un mar que no veía y con el sonido de las olas rompiendo en la orilla.- Vamos - me dijo cuando separó sus labios de los mios. - He de llevaros a casa.
Reparé en que los coches que taponaban la salida ya no estaban. Subí y no dije nada durante el trayecto.
Sólo cuando nos bajamos Valeria y yo, fui capaz de articular palabra.- Gracias otra vez... Mmm espera, no me has dicho tu nombre..
-Daniel.
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Corazón Olvidado
RomanceMartina conoce a Daniel una noche de verano en Alguero, Italia. Ambos comienzan una relación intensa hasta que Martina decide regresar definitivamente a España. ¿Podrán recuperar el amor de un corazón olvidado?