No fue hasta mediados de septiembre cuando regrese a Alguero.
Enseguida le mande un mensaje a Valeria y a Daniel."Adivina quien está en la ciudad."
En un instante Daniel me contestó.
"Reservame el próximo sábado. Quiero llevarte a un sitio. Tengo ganas de verte.""Donde vamos?"
"Es sorpresa. Te paso a buscar a las 12. Ponte cómoda"
Senderismo y casi escalada. ¡Este hombre está loco! Por un camino escarpado, siguiendo indicaciones de pintura en los árboles y con cuidado de no caer, llegamos a la cima. Vistas de toda la ciudad y una pequeña iglesia a nuestras espaldas. Esa fue nuestra primera cita. Pensé que si me casaba con él, lo haría allí. Era perfecto, el sitio y el momento.
A partir de entonces y pese a que mi semáforo estaba aun en ámbar, quedábamos cada fin de semana.
Cualquier excusa era buena para estar juntos. Yo esperaba cada sábado como agua de mayo. Quería verlo, estar con el, verle sonreír, discutir por cualquier tontería, besarle, pasear cogidos de la mano...Una de las noches, preparó una barbacoa en la terraza de su casa con unos amigos. Como actuaba de anfitrión, no vi raro si Daniel desaparecía dentro de la casa. Mas tarde aparecía con mas bebida o cualquier cosa que hiciese falta. Sus amigos me tuvieron buen entretenida toda la noche y la verdad, no me importó pues eran fantásticos. Era ya media madrugada cuando sus amigos se marcharon.
- Es tarde, mañana recojo, no te preocupes. Ven, quiero enseñarte una cosa. - me tomó de la mano y me llevó a la parte baja de las escaleras que llevaban al piso de arriba y a su habitación.
Me dio instrucciones de subir y seguir el camino marcado.
Empecé a subir los escalones lentamente, la luz estaba apagada, una vela a cada lado iluminaba en cada uno, formando un camino que se desviaba hacia la derecha cuando llegaba a su fin.
Continué el camino franqueado por velas hacia su habitación. Aquí, además de las velas, en mitad había un reguero de pétalos rojos. Sonaba de fondo la que se convertiría en nuestra canción.
Asombrada y emocionada miré hacia la cama. Una línea de pétalos formaba un corazón dentro del cual había una carta.- Leela - Daniel me susurró al oído. Ni me había dado cuenta que me había acompañado en el camino. El sonido de su voz me provocó otro vuelco al corazón.
" Hola reina,
Te escribo estas lineas para responder a algunas de las preguntas que me has hecho. Me dices que si ¿estoy enamorado de ti? Si mal no recuerdo te dije que si seguíamos así de bien, empezaría a enamorarme de ti. Hemos continuado y mejor que en ese momento, así que, inevitablemente.... me he enamorado de ti.
Me encantas, ¿que decirte que no te haya dicho ya?
La Martina interior es genial, simpática, agradable, alegre, comprensiva, cariñosa y se que siempre me escucharas.
Tu exterior no tiene nada que envidiar a tu interior. Para mi eres preciosa, tienes una cara muy bonita y unos ojos preciosos, unos labios que deseo besar a todas horas. Tus besos son dulces como el néctar, suaves como la seda y están llenos de cariño.
Tus abrazos me hacen sentir como si nada malo pudiera pasarme. Me pasaría las horas abrazandote y besando cada centímetro de tu azucarada piel. Resumiendo cariño, ¡eres un pivon!Quiero que sepas que me haces muy feliz y especial. Tu dices que no haces nada, pero no es así. Yo noto que me das cariño, todo el que necesito me lo estas dando mi reina.
Sé que no soy perfecto pero intentare estar siempre a la altura de tus expectativas, mimandote y cuidándote tanto como necesites.
Cuando tus miradas se cruzan con las mías y nos quedamos como tontos, de nuestros labios saltan palabras dulces y de nuestros ojos se escapan los te quiero, las caricias tiernas... Todo eso me hace sentir como si no existiese nadie mas en el mundo.
Eres lo mejor que me ha pasado en mucho, mucho tiempo, haces sentirme, pensar y hacer cosas que hacia mucho tiempo que había olvidado, o que no había hecho en la vida y que, contigo, surgen con una naturalidad sorprendente.
Tu, reina, tienes todas las llaves necesarias para llegar y abrir mi corazón, solo tienes que desear hacerlo, él te está esperando, ya que en mi cabeza y mi corazón, estás tu.
Te quiero,
Daniel."
Acabé de leer con lágrimas brotando.
No podía evitarlo, era precioso, y si...- Yo también te quiero rey.
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Corazón Olvidado
RomanceMartina conoce a Daniel una noche de verano en Alguero, Italia. Ambos comienzan una relación intensa hasta que Martina decide regresar definitivamente a España. ¿Podrán recuperar el amor de un corazón olvidado?