Entre Blanes i Cadaqués.

2.6K 194 1
                                    

" Cóctel y visita turística en Cerdeña. Os recojo a las 6. Daniel "

- ¿Se puede saber como tiene mi número de teléfono? - estaba asombrada, enfadada y también halagada. No había duda de que los tenía bien puestos. Con dos narices pretendía que yo estuviese lista para el. Cuando y donde el quisiese.

- ¿Que pasa?

- ¡Mira! - le espeté a Valeria al tiempo que le mostraba la pantalla de mi móvil.

- ¡Joder! ¡ Que crack!

- ¿ Cómo que qué crack?

- Si no lo quieres para ti, dejamelo a mi.

- ¡Cállate! Aun no sé si va a por mi, además no lo conozco. - pero si le conocía, la calidez de sus ojos, la manera que tuvo de tratarnos, su decisión, su beso... ¡Por dios! Ese beso...

Valeria me miró enarcando una ceja.

- Vamos, ¿ no ?

- Por supuesto.

A las 6 y 10 bajamos la cuestecita hasta la calle donde nos había dejado la noche anterior. Casi vomito de los nervios cuando  le vi, bajarse de un wolkswagen polo de color rojo. 

No entendía nada, a pesar de ser guapo, no era mi tipo. Me gustaban altos, si, pero Daniel estaba más hecho al gimnasio de lo que estaba acostumbrada, normalmente me inclinaba más por los hombres de vestimenta mas clásica o moderna pero llevando las tendencias. No en vano soy estilista, ese ramalazo me tenia que salir por algún lado. Daniel no vestía mal, pero era mas deportivo, mas casual. Tendría que adecuar mi manera de vestir o cambiar la suya... ¿ Ves lo que digo? No es mi tipo y ya estaba pensando en ir conjuntada con él...

- ¡ Hola ! - Valería saludó primero. Ambos se dieron dos besos.

Mientras se acercaba a mi me asaltaron las dudas. ¿Despues del beso de anoche como nos íbamos a saludar? ¿Dos besos? ¿Un pico? ¿Una palmadita en la espalda?

Daniel me pilló desprevenida, un beso en la mejilla cerca de la comisura y un abrazo.
¿ Y eso que mierda significaba?

Nos metimos en el coche y Valeria y el empezaron a hablar. Que si vamos a este sitio, que no, que mejor vamos al otro...
Yo estaba perdida y mareada. ¿ Desde cuando se llevaban tan bien?
En vez de mariposas parecía que tenía abejas africanas en el estómago.

El trayecto se hizo relativamente corto, una vez pasada la primera media hora las risas y las miradas cómplices se instalaron en el coche. Me sentía cómoda, el sol presagiaba una tarde genial y la música de "Sopa de Cabra" nos acompañaba.

Aparcamos en una plazoleta del centro y nos adentramos por las calles empedradas hasta un local casi escondido, construido guardando las murallas originales de construcciones romanas, al tiempo que luces alternativas le daban un aire moderno y exclusivo. No tardé en darme cuenta que el sitio estaba de moda. Tomamos unos cócteles en un rincón del patio interior y cuando terminamos Daniel ya había pagado la cuenta.

- Ni me rechistes Martina, que te veo venir.

- Pero es que podíamos haber pagado a medias.

- Shhhh. - me miró con su media sonrisa y la actitud de quien sabe algo que el resto ignora.

Valeria se adelantaba a cada momento para hacer fotos, y eso me permitía tener cierta intimidad con el. Paseabamos sin prisa, como turistas de vacaciones, como amigos que no se ven desde hace tiempo, como enamorados que no dejan de mirarse a los ojos.

Antes de volver al coche, paramos a leer un cartel que anunciaba la temporada de flores. Un evento que se realizaba una vez al año y al que planeamos ir.
Noté el cuerpo de Daniel pegado a mi espalda, su aliento en mi cuello y su mano rozando la mía. Pensé que no había nadie más. Cerré los ojos.
Valeria tuvo que llamarme desde lejos, Daniel ya no estaba junto a mi, estaban esperándome con las puertas del vehículo abiertas.
Me miraba, sólo como él sabía hacerlo. Como nadie me había mirado en mucho tiempo.

Corazón OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora