El principio del fin.

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No hay una razón exacta para mi defensa ante el amor. No se porqué me empeño en no dejarme llevar. Soy fría en según qué aspectos, calculadora, controladora y exigente. Puede que lo sea porque aunque soy muy distinta, a mi manera, doy mucho más de mí a quien se merece mi respeto.
Si tengo claro que el hecho de no querer mostrar mi vulnerabilidad o debilidad se debe en gran parte a no querer pasar por lo que mi madre pasó.
Tuve una gran infancia y nunca me ha faltado el cariño, pero tuve el ejemplo de alguien que se hizo a sí misma, que no tuvo miedo de enfrentar sola al destino y que vivió enamorada mucho tiempo.
Decidí entonces tener a alguien que estuviese conmigo hasta las ultimas consecuencias o afrontar sola lo que la vida me tuviese preparado. Pero al igual que yo tuve esa imagen, quise proyectarla también.

Corazón OlvidadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora