𝐃𝐎𝐋𝐂𝐄

𝑳𝒂 𝒕𝒊𝒏𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒕𝒖𝒔 𝒍𝒂𝒃𝒊𝒐𝒔.

─── Deja de verme así. Tú sabes que no puedo ante la gracia de tus lindos ojos; porque estoy embelesado. ─── Sus manos, acarician las aterciopeladas manos de su novia.

La noche ha llegado y las estrellas han caído. Los días que pasan juntos, son únicos y ambos lo saben; no irradian más que un inocente amor juvenil.

─── No quiero que te vayas. ─── La chica hace notar cierta tristeza en su cara.

─── Te prometo que te vendré a ver el fin de semana. ───

Odia las promesas, su novio es tan informal y golpea su pecho en desaprobación.

─── No, no vendrás. ─── Bien puede ella ir a verlo, pero no dice nada, se mantiene callada, sabe que su novio Eren no la dejaría y comenzarían una discusión. "Que corre peligro".

Ella es grande y bien sabe que puede patear traseros al instante. Él, la trata como si fuese una niña pequeña. En realidad, esto no le molesta en lo absoluto. Pues de vez en cuando, le encantan los mimos.

─── Vendré. ─── Se limita.

La conoce muy bien... Oh, al menos eso cree.

Se miran por unos instantes. Ella está esperanzada a que la bese. Pero aquello de que tome la iniciativa, se hace cada vez más lejano de entre sus mañas.

─── Descansa, Mikasa, hasta entonces. ───

Un rodeo de ojos discretos, le es suficiente para tomarlo de la camisa del cuello, y lo doblega para que se incline. A veces Eren era demasiado penoso, habría que dar un primer paso. ¿Quién dijo que sólo los chicos tenían que empezar siempre?
Las diferencias de estaturas son notorias, pero no son un obstáculo.

Sus labios se estampan contra los del castaño.

Un beso lleno de sueños; un beso del primer amor.

No era la primera vez que se besaban, pero... Siempre que lo hacían, parecía como si fuese el primero.

Sus labios son delgados y pequeños, pero son dominantes como ella misma. Se lo recalca, para que sepa que ella manda, que no le teme a nada y eso lo disfruta al máximo. Porque amor es amor y ella se abraza con toda la fuerza. Es fiel a sus sentimientos y nunca se va con rodeos.

Sus ojos permanecen cerrados después de la unión entre sus alientos. Y una sonrisa tímida se expande entre ellos. Comparten los mismos secretos.

Qué bonito hombre; tan tierno, tan caballeroso, tan dulce... Qué lindos labios, yacen entintados del distinguido labial rojo. Aquél adorno le sienta muy bien.

No lo sabe, pero marcó territorio.

Se acerca para llenarlo por todo el rostro. Es arte.

El hombre ni en cuenta, porque se siente a gusto con sus entibiados labios ser rodeados por toda su piel, embabucado está, que no sabe que le ha dejado manchado.

─── Buenas noches, Eren. ─── Se da la vuelta para abrir su casa.

Sus ojos recorren la espalda de su mujer y le ve para finalizar; el trasero. Su dulce atractivo.

─── D-Descansa, hermosa.─── Titubea. Aún le provoca sonrojo verle el trasero.

Entre nos. Lo hace a propósito, su hombre la mira y eso la tiene fascinada. Después de todo, es para él. Se siente deseada.

Retrocede hasta topar con su auto.
No se va a ir hasta verla meterse a su casa.

Odia las despedidas, así que no alarga más la situación y después de unas miradas risueñas, entra a su casa.

Muerde su mano. La noche a sido fabulosa. Los dos dormirán cómodos después de haber estado juntos.

Ahora a esperar, hasta los siguientes días.

─── Buenas noches Mikasa, sueña conmigo. ─── Confiesa al aire libre.

Muy poco sabe, que. . .está perdidamente enamorado.