Desconcierto...

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Vestida con uniforme azúl de enfermera y completamente esterilizada, Cassandra entra al quirófano rodeada de varias enfermeras más.

La pequeña Shelly espera recostada y totalmente inconsciente debido a la anestesia a que la operación a corazón abierto comience.

"Daremos inicio ya."

Declara el médico especialista quien asiente hacia la princesa del inframundo.

Ella asiente antes de que todos pongan manos a la obra.

Cassandra permanece de pie, sin mover un solo músculo y en completo silencio en un rincón solo observando a los médicos trabajar.

Y a las enfermeras asistir.

Son tantas cosas técnicas, expresiones, terminos e instrumental, que de pronto Cass se siente abrumada.

Además, está la impresión al presenciar en vivo la operación, la sangre y contemplar el pequeño corazón atrofiado de la pequeña salir de su cuerpo para inmediatamente colocar el corazón sano.

Aunque Cass se siente feliz por la pequeña, un pensamiento de tristeza pasa por su mente cuando recuerda la foto sonriente del pequeño al que pertencia ese pequeño corazoncito...

Una bala perdida en su natal villa habia dejado al pequeño con muerte cerebral.

Y sus padres accedieron a donar sus órganos para que su hijo de solo cinco añitos pudiera seguir viviendo a través otras personas.

"Han pasado muchas horas ya..."

Cass mira el reloj de pared mientras siente que las piernas se le han adormecido por completo.

Pero para ella, vale la pena.

Observa a detalle todo y un amor como nunca antes se apoderó de ella.

Ella había encontrado su verdadera vocacion.

"Que quieres ahora?"

Pregunta Ava sin ninguna sutileza a su hermana cuando estan solas las dos en ese estudio.

"Si vas a decirme que tenemos que hablar, porque por alguna extraña razón en estos días todos los hermanos mayores se han sentido culpables, estás perdiendo el tiempo."

"Dejame salir, quiero ir con Tristán."

Cristine bloquea la puerta porque Ava ya estaba abriendo la puerta.

"Ava..."

La niña mira a su hermana con enfado.

"Se que no siempre soy buena contigo..."

"Pero es que muchas veces he sentido un poco de celos hacia ti."

Ava mira confundida a Cristine.

"Celosa de que?"

"Eres la mayor!"

"Papá y mamá te quieren más que a mi."

"Tu puedes hacer mas cosas sola."

"Ya expusiste tus obras en las galerías de arte de la tía Lorelay!"

"Yo no he podido terminar ni una sola de mis pinturas!"

"De que te sientes celosa?"

Cristine en su mente habia pensado mil formas de decirle a su hermanita que su amado papá la prefería por encima de ella, pero ahora no encontraba las palabras adecuadas.

"Yo...bueno..."

Ava resopló enfadada antes de decirle a su molesta hermana.

"Mira Cristine, se que eres la consentida por ser la mayor, así que no tenemos nada más que decir."

Prohibido Amor de un CEO. Tercera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora