Amenaza.

567 44 30
                                    

Reportero:-a tres meses del incidente de tartarus, el ahora famoso supervillano ataco la sede de la O.N.H, cuando se encontraban en una junta de última hora, ningún sobreviviente...- reportó serio y con gotas de sudor en la frente.

Reportera: -en otras noticias, la famosa triada china fue literalmente exterminado por un vigilante de gran poder, solo se pudo captar una imagen del autor de aquella masacre- en la pantalla se mostró una silueta delgada y alta al lado de una enorme burbuja de color verde.

Reportero: -no sólo ellos, también la alianza de narcotrafico latinoamericana, recibió su mayor golpe en toda su historia desde su formación- dio una leve pausa.

-gracias a los múltiples ataques al mundo criminal, la tasa de crímenes de toda índole se redujo un 30% a nivel mundial... Quien sea que esté haciendo todo esto, es la mayor amenaza de los últimos tiempos...-.

Apago la tele no queriendo escuchar más. Odiaba los medios amarillistas y más cuando hablaban de algún vigilante.

El pelinegro se levantó del sofá sin decidirse, no se decidía si ir a la cocina o encerrarse de nuevo en su cuarto.

Ya había pasado meses desde qué el accidente con esos pandilleros había pasado, y el solo recordarlo la amargaba el paladar. La impotencia e inutilidad le revolvía el estómago, sino fuera por aquellos vigilantes sus amigas hubieran sido...

Palmeo con fuerza ambas mejillas para no terminar el tren de pensamientos. Tomó las llaves de su departamento, necesitaba salir y despejar su mente.

Camino sin algún rumbo, miró las tiendas de reojo y aún así ese sentimiento no se iba. Vagando en la ciudad, terminó inevitablemente en el basurero de la playa.

Un lugar que antaño era visitado por las personas en vacaciones, pero sólo falta un idiota para que los otros lo sigan, poco a poco el lugar se volvió un vertedero.

Adentrándose en el lugar solo encontró chatarra y una que otra rata.

¿?: -(~Cold: The air and water flowing
Hard: The land we call our home
Push to keep the dark from coming
Feel the weight of what we owe~)-.

Una voz ligera cantaba a una distancia considerable, no podía entender lo que decía, pero era extrañamente inspiradora.

Buscando el causante de aquella canción encontró cuatro figuras al lado de la orilla, una pequeña y las otras de una estatura de mínimo 1.80, todos de porte firme, incluso el más pequeño.

*crack*

Se maldijo internamente por su torpeza al tirar una plancha oxidada.

*fiuu* *slaaash*

Sino fuera por que no había comido ni bebido nada, se hubiera hecho en los pantalones, volteo lentamente para ver un Kunai corroer poco a poco el metal donde se había clavado.

¿?: -(relajate Umbra, es solo un civil)- hablo calmado la voz ligera.

-no tengas miedo, acércate que no te harán nada... Solo están a la defensiva- hablo jovial el más pequeño de los cuatro.

Temeroso el joven adulto se acercó a los cuatro. Ya estando lo suficientemente cerca reconoció a Umbra, nunca olvidaría ese casco...

¿?: -Ooh, eres el joven de aquella noche... Valla que este país si es pequeño, ¿ya te recuperaste de aquella vez?- preguntó con el mismo tono alegre.

come from the void. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora