come from the void.

Cambio.

No sabía como había llegado ahí, fue tan repentino que apenas podía terminar de asimilar todo lo que acababa de pasar.

Estaba comiendo tan tranquilamente lo que él pequeño pecoso le había preparado, cuando un estruendoso sonido la saco de su hipnotico almuerzo, seguido de un grito ahogado de dolor.

Dejo lo que estaba haciendo y corrió desesperada hasta el baño, trato de abrir la puerta sin éxito, escucho otro grito más suave, y sin pensarlo rompió la cerradura de una embestida.

Con horror vio como aquel chico que parecía tan orgulloso y recto... Agonizaba de dolor, lo llamo por su nombre y le rogó que aguantará un poco más de tiempo... Pero al tocarlo el chico dió su último suspiro.

Un estruendo se escuchó fuera del baño seguido de paso pesados que iban en su dirección.

Rhino: -(JOVEN MAESTRO)- entro el corpulento frame con un tono de desespero en sus palabras.

Apartando a Melissa, tomo el cuerpo del peliverde con la mayor de todas las delicadezas.

Melissa: -¿Qu qué le pasó a Izuku?- pregunto temblorosa y a punto de las lágrimas.

Siguió al mastodonte que la había ignorado por completó, para toparse con otro warframe, uno muy similar a un paladino con casco de ciervo.

Oberon: - el joven maestro sufrió un colapso, su cuerpo no soporto el desborde de su poder... Si quieres saber más ven- ofreció su mano a la rubia.

Todos reaparecieron dentro de la Liset, la nave no tardo ni medio segundo en despegar a toda potencia, rompiendo la barrera del sonido y a su vez muchas ventanas.

Melissa vio por el visor de la nave cómo se alejaban del planeta... Para que después todo se volviera borroso ahí afuera, y en menos de un minuto habían llegado a lo que parecía una estación espacial, una muy muy grande.

Al salir en lo que parecía en lugar de desembarco pudo ver cómo muchos otros frames se amontonaban junto con varias personas comunes vestidos con batas de laboratorio.

Entre los frames y humanos destacaba un par de cada uno, la mano derecha del chico: Umbra, una warframe que flotaba en el aire y con presencia fuerte y angelical, y una pareja que extrañamente tenían un fuerte parecido con el niño...

No demoraron en llevar por todo el lugar hasta llegar a un cuarto donde Oberon y Trinity se encerraron con el niño.

El tiempo parecía una tortura, las horas pasaron con la intención de torturar a los presentes.

Inko: - ¿eres amiga de mi izu?- pregunto calmada ofreciéndole una bebida.

La chica asíntio mientras tomaba el objeto cilíndrico, aquella mujer de cabello verde se sentó a su lado.

Inko: -debio ser traumante encontrarlo así... Gracias por venir incluso cuando no te correspondía- sintió con calidez.

Melissa: -yo... Es lo mínimo que puedo hacer... El me salvó y mis amigos, sería hipócrita de mi parte el no venir- respondió suave pero firme.

Inko: -jamas voy a olvidar el día que llegó a nuestras vidas, cuando lo conocimos en aquella cueva, parecía tan triste y melancólico cuando lo ví por primera vez- comenzó a relatar tomando a la rubia desprevenida.

-pero toda esa tristeza se fue en cuestión de horas, fue amable con todos los de la C.I.J, sus travesuras y curiosidad nos trajo algo que habíamos olvidado ase mucho... Pero siempre supimos que todo eso era una cuartada, una máscara par que no veamos lo que realmente sentía- miro al suelo triste.

-él gusta de conocer todo de las cosas y personas que lo rodean, pero hay una línea para los demás que no pueden cruzar, mientras más te acerques emocionalmente él se apartará más, incluso puede dejar de verte hasta que retrocedas detrás de esa línea imaginaria- apretó su puño sosteniendo su bata, no pudo derramar algunas lágrimas al sentir impotencia.