come from the void.

cicatrices del alma: duelo.

La noche había transcurrido con pesar y caos. Los ruidos de ambulancias, bomberos y policías sonaron toda la noche y parte del día, y lo seguirían haciendo durante varios días más.

La ciudad estaba en ruinas por la fuerte batalla que había transcurrido, edificios caídos y grandes cráteres era lo que adornaba la vista. Los incendios ya había Sido apagados ase rato, pero eso no evitaba el trabajo de rescate.

Héroes, bomberos... Y warframes pasaron toda la noche buscando alguna alma rezagada que no había podido oír rápido de la ciudad, las bajas civiles fueron más de lo que se había perdido en Estocolmo.

En su viaje al hospital pudo observar como madres, padres, hijos y abuelos lloraban la perdida de aquella catástrofe. Si decían que no conocía la guerra estaban muy equivocados, ella la miro a los ojos.

Melissa: -¿Esto es lo que veías todo el tiempo?- pregunto al aire, viendo la destrucción por la ventana del edificio.

Los tres habían llegado con bien, a pesar de lo maravilloso de su traje y peculiaridad y los de kirishima, el par habia recibido uno que otro golpe, corte... O disparó; esas armas eran muy potentes, y las garras de los esbirros eran muy afiladas.

Iida por su parte debía recibir una cirugía en su hombro y costillas por culpa de su enfrentamiento con Stain... El asesino de héroes que ahora se encontraba en una morgue. Ladeó su cabeza tratando de quitar la imagen del cuerpo decapitado del villano.

Kirishima se había parado justo a su lado, viendo el paisaje al igual que ella; era raro verlo con el cabello acostado, se veía tan normal para los términos actuales del mundo.

Ambos vieron como la parte derivada de un edificio comenzaba a andar dando pequeños brinquillos, como si una hormiga a escala absurda lo llevará.

Kirishima: -ese debe ser el señor Rhino, o puede que el señor atlas- comento perezoso.

Melissa asíntio, en el tiempo que había convivido con ambos guardianes, sabía de la hazaña física de cada uno, no por nada eran los más fuertes físicamente hablando.

Kirishima: -sigues pensando es eso, ¿Verdad?- pregunto sin ver a su amiga, enfocado directamente en el triste panorama.

La chica rubia bajo la cabeza, triste y confundida sentía como las emociones peleaban para ver cuál era la dominante. Comenzaba a titubear sobre los sentimientos que tenía sobre el Tenno.

¿Rabia?, ¿Miedo?, ¿Amor?... No sabía cuál escoger, sabía de la frivolidad del peliverde a la hora de actuar, sabía de los actos que había cometidos en el pasado cercano, sabía sobre su mentalidad y su sentido de la moral... ¿Entonces por qué dudaba tanto?.

Kirishima: -porque no es lo mismo saberlo que verlo con tus propios ojos- respondió el pelirrojo a la pregunta de su amiga.

-lo siento, dijiste eso último. Pero te comprendo, la primera vez que lo ví fue... Aterrador- su mirada se perdió en el vacío del recuerdo.

Melissa: -¿Cómo paso?- pregunto curiosa por la anécdota de su amigo.

El pelirrojo suspiro sosteniendo su frente, cerró los ojos y respiro profundamente.

Kirishima: -fue a principios de mi entrenamiento con el señor Rhino- comenzó a relatar.

-estaba en mi sesión de pierna y espalda cuando Izubro lo llamo, ¿Te acuerdas del robo al banco más importante de Tailandia?- miro a su amiga.

Melissa: -si, un grupo de villanos muy poderosos trataron de robar con más de 50 rehenes, los profesionales y los policías no pudieron hacer nada... Hasta que el warframe conocido como Rhino llegó- los engranajes de su mente juntaron todas las piezas.