La Legión Z. Rubrus Lapis.

Capitulo 1 / Meteorito

Un planeta de inmensas masas de agua y diez islas pequeñas están siendo destruidas por grandes esferas de energía que arrasan con todo a su paso, las explosiones no paraban y abundaban por todas partes, una figura con alas enormes se arrastra con esfuerzo entre la tierra hacia un objeto cercano, mientras más se movía el dolor aumentaba con cada segundo.

Entre toda la tierra revuelta la figura usa su mano para buscar una enorme roca hueca y al tocar su estructura múltiples partículas de aura multicolor la rodean y dándole un cierto atributo que le permite flotar. "Busca al futuro portador de este poder, Luxuo... Dejo todo en su luz y esperanza" susurra forzadamente hasta fallecer entre todo el calor que emana la atmósfera entera. La piedra hueca que estaba a lado de la figura desconocida se dispara hacia el cielo con gran velocidad llegando al espacio exterior y volando entre todo el mar de estrellas, a lo lejos, el planeta en donde se originó la piedra hueca, estalla en millones de pedazos y los restos flotan por todo su alrededor.

El meteorito vuela por toda su galaxia a una velocidad monstruosa a tal punto que sale de la misma barrera para buscar una más cercana y encontrar al misterioso elegido. A cada segundo que pasaba la velocidad incrementa, todo el camino se encontraba llenos de asteroides, para llegar a las pequeñas partículas que conformaban los anillos de Saturno, flotando sin rumbo una de las partículas impactó contra el meteorito, partiéndolo en dos partes; un fragmento pequeño que fue disparada hacia el planeta Tierra y la otra mitad salió disparada a una galaxia lejana. Como ambas partes deben de estar unidas, el pedazo grande de meteorito siguió al fragmento que salió disparado y siguieron el mismo ritmo, pero como estaban demasiado lejos la primera mitad se adelantó con el vuelo.

La segunda mitad buscaba por toda la galaxia para buscar su fragmento faltante, hasta que se adentra de vuelta a la galaxia en la cual ambas se separaron; aunque sea un meteorito normal y corriente, la verdad es que tiene mente propia. Vio lo grande y hermosa aquella galaxia a la que nombraban La Vía Láctea y desde ahí todo fue el comienzo...

Cuando el mundo o los seres vivientes del planeta Tierra piensan que El Espacio Exterior es solo un vacío sin fin en realidad todo ese vacío del que hablan es hogar de miles de galaxias, dimensiones y mundos alternos entre grandes y pequeñas, demasiadas para ser verdad. Pero en nuestro mundo somos normales con muchos caracteres y emociones diferentes, aun así, no sabemos si hay otra vida en El Espacio Exterior.

"Si estamos solos en el universo, es una terrible pérdida de Espacio"

Carl Sagan.

En el mar de estrellas del Espacio Exterior, la segunda mitad del meteorito pasó trece años buscando su otro fragmento, pasa con velocidad por toda La Vía Láctea de rama en rama, hasta que siente un vínculo demasiado fuerte en la órbita del planeta Tierra, así que se dirige con paciencia a la Tierra; el color de este meteorito se torna de un rojo vivo hasta que, de un momento repentino e imposible, le empiezan a surgir tres colas del fuego que emana. Al acercarse a la tierra se prendió en inmensas llamas que él mismo controló y siguió cayendo por la gravedad. Un joven de pelo largo y lentes cuadrados, se prepara para dormir y olvidarse de sus problemas durante el día, pero al cerrar los ojos algo lo empieza a inquietar, los abre otra vez y se acomoda mirando el techo. Se queda vagando en el pensamiento por un momento con los ojos bien abiertos, parpadea una o dos veces y se queda profundamente dormido.

Su plano de ensueño se muestra en una oscuridad plena hasta dejar toda su mente vacía. Es un sueño demasiado extraño para ser honesto, una estación eléctrica en mal estado que está completamente destruida, empieza a lanzar descargas eléctricas y rayos por todo su alrededor sin control, en el sueño muestra a un muchacho de unos 13 o 14 años. Sus manos están agarrando dos barras de acero, mientras que sus brazos están alambres incrustados, está muy decaído y débil.