La Legión Z. Rubrus Lapis.

Capítulo 12 / La Cita

Cuando el caos culminó con la partida de Mazen Ahmed, Milton solo se quedó a mirar el cielo despejado, ya era medio día y cuando volvió a ver el panorama era un desastre total. Luxuo se aparece reuniendo miles de rocas para formar un cuerpo en forma de humano sin rostro, y de dirige a Milton para darle una indicación.

—Antes de irte necesitas reconstruir todo lo que estamos viendo, voy a ubicar los tanques y los restos de vehículos aéreos a un punto clave para que no sea de estorbo.

—Si señor —Luxuo convoca una columna de agua que se ubica al centro de la ciudad.

—Ve a ese punto que marqué, y fusiona esta placa con Foxlot, el hechizo para reconstruir cosas que hayan sido destruidas por algún cataclismo peculiar —de su mano emerge una placa de color arcoíris, su forma es circular y sin impurezas.

—Entendido, ya tengo en mente lo que debo hacer para fusionar las placas... ¡Y sé que me quedare sin Aura por unos días! —dice Milton alejándose del lugar.

Luxuo empieza a levantar los tanques de guerra con grandes pilares de roca y cemento en varios lugares específicos junto a los restos de helicópteros militares que los ubica en zonas amplias, como si ya supiera en que lugares van a ser reconstruidos los edificios. Por el lado de Milton llega al centro de la columna de agua, se posiciona en el centro y recita estas palabras "Foxlot imugu hutac mextor porla ¡Potexiob!" ambas placas se fusionan y se ubican en el brazalete derecho de Milton, estos desatan un brillo que de esparce por un rango mínimo en el distrito.

—Bien... Esto va doler —toma un pequeño respiro y pone sus manos en posición —¡¡¡POTEXIOB FOXTOL!!!

Contrae sus brazos para dar un gran pisotón con el pie izquierdo, grandes ondas de Aura se extienden a miles de kilómetros a la redonda, aquella onda consume el veinticinco por ciento del Aura interna de Milton, ahora se le viene lo difícil y es la reconstrucción, extiende sus brazos y las levanta con esfuerzo. Sus brazos se hacían más pesados con lo que va reconstruyendo el distrito de Sultanbeyli cada casa y edificio se hacía como nuevo con el pasar de segundos, el objetivo era juntar sus manos para terminar con todo y ya a los dos minutos de empezar el hechizo Milton empezó a sentirse fatigado, ya estando a la mitad cae arrodillado y a punto de colapsar; nota que sus manos están apunto de juntarse y solo lucha para dejar de lado el peso que tienen sus brazos y con dificultad logra entrelazar sus dedos con fuerza y finalmente una gran barrera de Aura amarillenta se esparce en el distrito dejando todo como nuevo (y remodelado).

Milton baja los brazos bruscamente y recita Curaktox en el mismo para relajar sus brazos, Luxuo llega a donde esta y lo felicita por lo que hizo, situados en una gran plaza sin ninguna persona presente.

—Veo que, si lograste más de lo que yo esperaba, reconstruiste todo lo que él causo...

—Si, pero ahora quiero descansar. Mientras que pasen los días no voy a parar en la búsqueda de la hija de Mazen, esa promesa nunca la olvidaré —Milton convoca sus alas y se aleja del distrito para irse a Ecuador.

Al ascender observa que algunas personas que evacuaron a tiempo regresan eufóricos al distrito recién reconstruido, solo para ver que algunos de sus conocidos y familiares están muertos; todos los cadáveres fueron agrupados en un campo abierto de tierra con un total de 48,138 víctimas y 382 desaparecidos. Todos contados por Luxuo y desde la distancia se oyen los gritos desgarradores de las personas. "¡NOO, ¿POR QUEE?!" "¡MI HIJOO!" "¡SU CUERPO ESTA TODO QUEMADO!" entre miles de gritos se agrupaban por todo Sultanbeyli a lo que Milton solo le queda acelerar su vuelo para dejar de escuchar aquellos llantos, entonces va más rápido y de reojo mira a alguien que está parado en un techo, que es Álvaro.