Un azul Irresistible (Aizawa/Shinso/Bakugo x Reader/OC)

Capítulo XI

"Uraraka se quedó estática en su lugar, cambiando lentamente su expresión nerviosa y alegre, a una totalmente molesta y oscura, mientras mordía la uña de su pulgar en señal de fastidio.

– Maldita sea... esa... ¡maldita perra mentirosa! ¡lo besó! – susurró irritada, conteniendo el deseo de gritar de ira, mientras apretaba el puño inconscientemente."

...

Era domingo en la Mañana y Aoi se encontraba en la azotea de los dormitorios de la academia atendiendo su celular mientras veía hacia las afueras del establecimiento.

Taishiro le había pedido hablar con ella, ya que era un padre que adoraba oír la voz de su pequeña, y ella no podía negarse a hablar con su criador.

– Y dime mi niña ¿Estas bien? Te oyes algo desanimada... – expresó el rubio al otro lado del teléfono.

– No es nada papá... solo pensaba en que extraño tus platillos, en especial los postres – expresó, mintiendo en partes.

Ante aquellas palabras se escuchó una pequeña risilla por parte de Taishiro. – Tranquila hija, podrás comerlos pronto, ya verás que te preparé un festín – afirmó con seguridad el mayor.

– Me mimas demasiado padre... pero gracias, lo esperaré con ansias – soltó la chica, algo pensativa. – Bueno papá debo irme, quiero comer algo y debo apurarme antes de que se acaben mis snacks favoritos –

– Claro querida ve por esos bocadillos, cuídate mucho y se una buena niña ¿Si? – pidió con dulzura el mayor.

– Si, lo seré... bye bye – finalizó.

Luego de cortar la llamada, la ambarina se dirigió a la sala común para matar el rato. Estaba aburrida, y su alma de zorro se mantenía inquieta. Deseaba algo de distracción.

– Me pregunto si Hitoshi senpai estará libre hoy... podría invitarlo a leer algunos comics o lo que sea... no sé porque, pero necesito verlo – se dijo a sí misma.

Al llegar a la enorme sala noto que la mayoría de los alumnos estaban fuera de sus habitaciones, reunidos en la sala común y pasando el rato. Incluso estaban los jóvenes de los cursos mayores.

Volteo en varias direcciones en busca de Shinso, pero para su desagrado en su lugar se topó con un entretenido Bakugo, quien hablaba cómodamente con Uraraka, entre su grupo de amigos.

– Vaya eso no es algo que se vea todos los días... que desagradable... – pensó la kitsune ante aquella escena.

Hagakure quien notó la presencia de la peli azul, no tardo en hacerle señas para que se les uniera.

 Aoi se acercó en calma tratando de ignorar la extraña molestia que le generaba ver a Katsuki charlando con la castaña. – Hola chicos, ¿Qué hay? –

– A- Aoi-chan ¿Qué le sucedió a tu rostro? ¿Estás bien? – preguntó preocupada la albina.

Aquello llamó la atención del rubio, quien aún no sabía exactamente lo que le había pasado a la chica, debido a que ésta se negó la noche anterior a contárselo. Algo que aun le molestaba demasiado.

– Vaya Aoi-chan, te ves peor que ayer – bromeó Eijiro a un lado del rubio cenizo.

Bakugo lo fulmino con la mirada casi al instante. – ¿Ayer? – inquirió casi inaudiblemente con una fría mirada en el rostro, para así causar un leve escalofrío en el pelirrojo.