Capítulo XIII

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¡ADVERTENCIA!

 La última sección de este capítulo contiene escenas sensibles, explícitamente de abuso sexual y violencia física, si eres una persona a la cual podría afectar este tipo de contenidos, por favor abstenerse de seguir leyendo. De igual manera, se dará aviso al inicio y final de dicha escena.

...

Una vez que perdió todo rastro de la deidad Momo, Katsuki abandono toda formalidad forzada y dejo de contener su habitual mal genio.

 Estaba en verdad furioso, en especial con la kitsune por desobedecer así las reglas impuestas por la máxima deidad, o eso era lo que él quería creer, ya que sentir celos no estaba dentro de sus planes como espíritu de alto rango, y no podía permitirse ser tan débil.

– Oye tú, imbécil, ¿No aprendiste nada estos años siendo una patética humana? ¿Acaso quieres que Amaterasu y ese dios frio terminen borrando tu existencia? – Escupió el mayor mientras soltaba finalmente a la kitsune.

Aoi no respondía, su rostro estaba inexpresivo y su mirada se clavaba sin ningún disimulo en la cicatriz que portaba el mayor en su antebrazo.

– ¡Contéstame Zorro! – Insistió el rubio cenizo casi gruñendo, dando unos rápidos pasos y reduciendo peligrosamente la distancia entre ambos.

Finalmente, la ámbarina levanto su cabeza para ver directamente aquellos rubíes que demandaban furiosos una respuesta. – Bakugo senpai... aquella vez, es decir, esa noche hace poco mas de 900 años ¿Eras tú verdad? – logró decir.

– ¿De qué estás hablando espíritu tonto? – soltó burlón, hasta que noto las manos de la chica acariciando suavemente su cicatriz.

– ¿Lo eras no es asi? Por eso tu aroma me resultaba tan familiar – sonrió con falsedad – es gracioso ahora entiendo porque te acercaste a mí. Dime, ¿no fuiste capaz de librarte de mí encanto? incluso conservas esta marca, siendo que nosotros podemos eliminarlas fácilmente... –

Bakugo pudo sentir como una fuerte energía lo dominaba. Ira, resentimiento, ¿Deseo? Lo que sea que fuera su cuerpo reaccionó ante aquello de forma automática. En un solo movimiento tomo a la menor del cuello y la estampo contra el árbol que tenía más cerca.

– Escúchame kitsune de mierda – escupió con ira – no hables como si fueras importante, no eres más que un espíritu de bajo nivel el cual por desgracia tengo que vigilar ya que está bajo la "gracia" de la suprema deidad. Esta marca me recuerda lo mierdas que son tu y tu especie, y si yo decido interesarme en ti, será solo para divertirme y pasar el rato porque solo para eso sirves, ¿Lo entiendes? –

La ámbarina luchaba para no dejarse intimidar por las crueles palabras del mayor. Ella guardaba un gran temor hacia aquel lobo, había sufrido muchas cosas durante sus primeros 500 años de vida, pero Katsuki había sido el primero y el único al que llego a temer por mucho tiempo. El problema es que en esos instantes otras emociones se agolpában en su pecho aparte del miedo. 

Todo se volvía confuso para la joven espíritu, pero de pronto algo la saco de sus sofocantes pensamientos. Estar tan cerca del mayor aunque le causara un gran temor, también le había permitido percatarse de un interesante detalle

– Sabes Okami-san, nosotros los zorros somos seres muy irracionales y disfrutamos de cosas muy curiosas, como por ejemplo, a mí me gusta cuando me ven con odio y fuertes deseos asesinos... – expresó con dificultad mientras se sujetaba de la mano del mayor que apretaba su garganta. – En especial cuando quien me ve de ese modo, tiene una erección tan prominente como la tuya... eso me excita – suelta divertida.

Katsuki no reaccionó en lo más mínimo ante la burla de la chica, era consciente de su propia excitación debido a la cercanía de la zorro en su forma espiritual. En cambio, la observó detenidamente para ver brillar en sus ojos el terror, como aquella noche que la conoció, pero este miedo era acompañado por algo más.

Un azul Irresistible (Aizawa/Shinso/Bakugo x Reader/OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora