Capítulo X

23 4 0
                                    


 "– Duerma bien Aizawa sensei, mi cama es su cama... – susurro mientras dejaba un tierno beso en la mejilla del pelinegro."

...

Luego de haber dejado a Aizawa durmiendo en su habitación, actuando como si fuera una amante fugitiva, la ambarina se dirigió perdida en sus pensamientos a la parte trasera de la academia, donde decidió descansar bajo la sombra de un árbol. Su mente volaba recordando lo sucedido minutos atrás, se sentía adolorida aún por toda la actividad, pero en su rostro se manifestaban una pícara sonrisa de satisfacción y un leve sonrojo. Había disfrutado cada segundo con aquel humano.

– Ah... sensei, realmente me dejó agotada... demonios me hubiera gustado quedarme con él, pero es demasiado peligroso en este momento... – soltó mientras bostezaba y recostaba su cabeza sobre el tronco del árbol, relajándose finalmente.


...


Poco tiempo después de haberse quedado dormida sin siquiera notarlo, Aoi despertó lentamente, sintiendo algo cálido a un costado de ella.

Poco tiempo después de haberse quedado dormida sin siquiera notarlo, Aoi despertó lentamente, sintiendo algo cálido a un costado de ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Al abrir los ojos, se encontró recargada sobre el hombro de Eijiro, quien leía tranquilamente un comic de superhéroes.

– ¡Uaahhhh! ¡¿Qué demonios?! – gritó mientras se alejaba rápidamente.

– ¡Ahhhh! ¡Maldición! – soltó Eijiro, también asustado debido al repentino grito – ¡Por All Might, Toyomitsu-chan! Me asustaste – agregó con una mano en el pecho, recogiendo el comic que había tirado.

– ¿Yo te asuste?... hombre, ¿Quién demonios se aparece de la nada mientras alguien más duerme? –

– Ah jaja tienes razón... lo siento, es que vine aquí para estar solo y leer en calma... y te vi aquí durmiendo y toda apaleada – sonrió nervioso, ya que sabía que era mentira, en realidad había sido atraído por un suave aroma dulce proveniente de la kitsune. – Pensé que no estaría mal hacerte compañía hasta que te despertaras... – agregó simpático.

La ambarina observo dudosa al pelirrojo, no parecía tener ninguna mala intención a simple vista, pero lo había visto siempre junto a Bakugo, así que le era difícil confiar en él. Se acerco a gatas para comenzar a olerlo indiscretamente, tal cual lo haría un can.

– ¡Ey! Oyeee jajaj me haces cosquillas – soltó entre risas mientras alejaba a la chica suavemente – no le hagas eso a un hombre, es malo para el corazón – agregó risueño.

– Lo siento... supongo que eso fue raro – pronuncio pensativa sin dejar de hacer contacto visual con el de mirada granate – pero dime, tú... eres como Bakugo... ¿verdad? – sentenció con seriedad.

Un azul Irresistible (Aizawa/Shinso/Bakugo x Reader/OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora