Luca se sentó con las piernas cruzadas en la manta y esperó a que Alberto subiera a su lado. La noche era cálida, pero el menor sentía estremecimientos de delicia. Estaban solos, como cuando eran pequeños, apartados del mundo y listos, en cierto sentido, para jugar.
–El cielo está tan limpio –susurró Alberto al saltar a su lado. –Vamos a echarnos de espaldas para mirar las estrellas como solíamos hacer.
–¿Y no hacer nada más?
Luca lo deseaba intensamente. El de ojos verdes le dio un beso en plena boca.
-Te contaré mi sueño.
-¡Estupendo! -estiró la manta bajo él y se echó en ella para mirar al firmamento-. Estrella Polar, la Osa Mayor, la Osa Menor...
Alberto estaba echado a su lado con el brazo y el muslo rozando los de Luca.
-Orion, las Siete Hermanas.
-¿Y?
-Y nada. Ésas son todas las que puedo ubicar.
-Pues yo creía que habías dado clases de astronomía.
-Aprendí algunas cosas para el examen, pero no seguí practicando. Cuéntame tu sueño.
Él se quedó en silencio por un momento. Entonces, con un leve suspiro de rendición empezó.
-A ti te habían invitado a una fiesta de Halloween y me pediste que te prestara a la yegua porque querías aparecer como Lady Godiva.
-¿Y tenía el pelo largo como ella?
-Hasta la cintura. Querías practicar sin el disfraz para ver cómo te sentías antes de ir a la fiesta, así que me pediste que te acompañara al camino del río. Montaste a pelo con una camiseta grande y holgada sin nada debajo. A mitad de camino, te quitaste la camiseta y la tiraste a los arbustos.
Luca se estremeció. Era una imagen muy sexual.
-Pero el pelo me tapaba, ¿verdad?
-No del todo. Y ya sabes cómo es el viento en el sendero, así que cuando iba detrás de ti, vi varias imágenes de lado. Estabas... estabas precioso. Y montado, así, balanceándote sobre el lomo del caballo, empezaste a excitarte.
-¿Y cómo podías saberlo?
-Tenías la piel sonrojada, la respiración más agitada y... los pezones muy erectos — Alberto lo agarró de la mano y se aclaró la garganta.
Aquello describía lo que Luca estaba sintiendo en ese mismo momento. Como el mayor no seguía, preguntó:
-¿Y te despertaste entonces?
-No.
-¿Qué pasó?
-Que tuviste un orgasmo.
-¿Qué?
-Lo que me excitó tanto que te desmonté del caballo y te hice el amor allí mismo en el suelo.
Luca no estaba seguro de quién estaba apretando más, si él a Berto o él a Luca.
-¿Fue bonito?
-Ésa no es la palabra. Fue salvaje y primitivo, sin barreras. Te mordí en el cuello y tú me clavaste las uñas en la espalda. Fue... fantástico.
-¡Uau!
Luca se preguntó qué pensaría si supiera que tenía todo el cuerpo palpitante en ese mismo instante.
Alberto le soltó la mano y se volvió de medio lado para mirarlo.
-No quiero que te asustes por ese sueño, Lu. Nunca sería así en la vida real.
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Proyecto de Verano - Luca & Alberto
Fanfic¿Cómo perder la inocencia? A Luca Paguro le resultaba muy embarazoso seguir siendo virgen. Pero haberse criado en un pueblo pequeño con cuatro primos protectores... era como haber llevado un cinturón de castidad. Había leído montones de libros sobr...