La Gobernadora

Capítulo 4

Chloe deseó haber tenido un bonito descanso. Sin embargo, como ella sabía de hacía mucho, las cosas nunca eran como ella querían. Soñó otra vez con aquella fatídica noche. Soñó con el cuerpo de su madre cayendo al vacío. Soñó con Vladimir debajo suyo mientras lo mataba sin piedad.

"Mátalos a todos" escuchó en su cabeza y Chloe miró a todos lados. Jackson y los demás híbridos estaban frente a ella mientras le repetían una y otra vez lo mismo: "mátalos a todos o ellos te matarán a ti".

Chloe negó con la cabeza pero ellos seguían repitiéndole lo mismo. Chloe notó un gran dolor en la cabeza y se derrumbó en el suelo mientras se cogía de la cabeza y empezaba a gritar. Mientras más gritaba, más fuerte resonaban sus voces en su cabeza.

"Mátalos Chloe".

"Esta en tu naturaleza"

"Mátalos a todos"

"Eres un ser de destrucción"

"Mátalos y gobierna"

"Sé nuestra Gobernadora"

"Chloe mátalos"

—CHLOE—gritó una voz y Chloe se levantó gritando. Tardó varios segundos en darse cuenta de que estaba en su cama en su habitación y que la persona que le había gritado era su padre que la cogía fuertemente de los hombros. Chloe notaba el corazón a mil y como su cuerpo temblaba ligeramente del miedo. 

Se zafó de los brazos de su padre y se pasó una mano por su cabello. Había tenido una pesadilla otra vez. Cada vez eran más y más recurrentes. Respiró profundamente y cuándo se calmó se volvió a tumbar en la cama.

—¿Qué has soñado?—le preguntó su padre mientras cerraba los ojos.

—Otra vez aquella noche—dijo Chloe sin abrir los ojos—. Cada vez es más frecuente.

—¿Quieres aumentar las visitas al psicólogo? Si lo necesitas solo tienes que pedírmelo. Tu salud mental es muy importante.

Chloe suspiró pero no dijo nada. Agradecía sus visitas al psicólogo pero lo que más le preocupaba ahora mismo eran las voces constantes en su cabeza. ¿Por qué escuchaba eso?¿Que tenía de malo dentro de ella? 

—Estoy bien—dijo finalmente Chloe tumbándose de lado. Su padre le acarició la mejilla y le apartó un trozo de pelo rubio que caía solitario.

"En la mesilla de noche está el cuchillo" dijo algo en su mente y miró a su padre.

—¿Has dicho algo?—le preguntó a su padre.

—No.

"Clávasela en el corazón" "Mátale y obtén el control de todo" repitió la voz. 

Y cómo si de un títere fuera, el cuerpo de Chloe se levantó automáticamente y se sentó en la cama. Miró a los ojos a su padre y acto seguido se fijaron en la mesilla de noche que tenía a su lado. Lentamente abrió el cajón y tras apartar el cargador de su móvil, cogió el cuchillo de acero arcano. Lo levantó a la luz y miró el reflejo del metal.

"Clávaselo".

Chloe alzó la mirada a su padre y apretó con fuerza el cuchillo. Su padre sin dejar de mirarla, le puso una mano en el hombro. El brazo de Chloe se levantó pero en ese momento la puerta de la habitación se abrió de golpe.

—LLEGÓ POR QUIÉN LLORABAN—gritó Jackson entrando en la habitación seguido de Theo y Cole.

Chloe volvió a la realidad y su mano soltó el cuchillo que se cayó firmemente al suelo. Chloe se quedó mirando el cuchillo fijamente y notó unas nauseas horribles. Sin decir nada, salió corriendo de la habitación hacia el baño. Una vez llegó cerró la puerta y se fue al inodoro a vomitar.

Chloe vomitó todo lo que tuvo en el estómago. Era una sensación muy desagradable, como si estuviera expulsando de su cuerpo todo lo malo que sentía. Chloe se quedó vomitando y una vez acabó, tiro de la cadena y se sentó en el suelo del baño. Cerró los ojos y se quedó en silencio intentando recuperarse.

—¿Qué le pasa?—escuchó una voz en la lejanía. 

—Creo que tiene secuelas de la guerra—escuchó otra voz lejana.

—Me preocupan sus dolores de cabeza—dijo otra voz—. Últimamente le dan más. Además o come un montón o no come nada.

El silencio se hizo de nuevo y Chloe se acurrucó contra la pared.

—Venía a despedirme pero mejor me voy yendo—dijo otra voz—. La llamaré más tarde. Jackson avísame de todo. Intentare buscar ayuda entre los viejos vampiros del otro continente. 

—Saluda a Félix de mi parte—le respondió éste.

El silencio se hizo de nuevo y segundos después dos golpecitos en la puerta del baño sonaron. El padre de Chloe entró en el baño y se arrodilló enfrente de ella. Chloe le abrazó fuertemente mientras rezaba no tener más instintos asesinos.

—¿Cariño que pasa?—le preguntó su padre mientras la abrazaba. 

—No lo sé—dijo en un susurro pero Chloe sabía de sobras que lo había escuchado—. No me encuentro bien.

—Quiero preguntarte algo—dijo su padre y Chloe se separó de él.

Se sentó en la taza del baño y miró fijamente a su padre que se le notaba claramente nervioso. Estaba pasándose una mano por el pelo (señal de que estaba muy nervioso) y las manos le empezaron a sudar.

—¿Estás embarazada?