Capítulo 13

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Sueño. Sentía mucho sueño. Una sensación de hormigueo recorría su brazo mientras los ojos cada vez se sentían más pesados. Tenía muchas ganas de dormirse, de descansar y encontrar esa paz.

Hacía muchos días que se sentía en el límite. Hacía días que sufría de alucinaciones. Alguien quería hacerle daño. Alguien quería deshacerse de ella. Pero la pregunta era: ¿Por qué? ¿Qué había hecho ella?

—No prestar atención—susurró una voz a su lado y Chloe fijó su vista cansada en Jackson. Estaba a su lado cruzado de brazos con una expresión de aburrimiento en su rostro. Las ojeras en sus ojos competían con las de un panda y Chloe supo que anoche no durmió muy bien—. Has murmurado—le soltó cuando notó su mirada confusa.

No era extraño que murmurara. Es decir, las reuniones del Senado eran aburridísimas. Solo trataban problemas y al parecer desde hace dos días, habían el doble de problemas. Además, el sol entraba por las ventanas e iluminaba la sala redondeada del Senado. La mesa enorme redonda brillaba con una luz cegadora y Chloe estuvo tentada a cerrar los ojos o pedir que cerraran las cortinas.

—El Gobernador Félix ha retirado el acuerdo de comercio de algodón—dijo uno de los senadores licántropos—. Eso supone que parte de mis hombres no tendrán nada que hacer. Sin rutas comerciales navales, no tienen nada que vigilar.

—Eso también supone un gran problema económico—espetó un senador vampiro. Chloe le reconocía. Tenía un odio tremendo hacia su persona—. No miro a nadie pero todos sabemos de quién es la culpa.

Todos los senadores fijaron su vista en Jackson y en ella. Chloe sostuvo la mirada con aplomo. Nada ni nadie la intimidaría. No después de todo lo que había pasado. A su lado, Jackson empezó a saludar con la mano como si fuera la reina de un concurso de belleza.

—El incidente de hace dos días ya pasó—espetó Howard desde el fondo de la sala—. Ahora debemos centrarnos en el comité de bienvenida.

¿Comité de bienvenida? ¿Qué comité de bienvenida? pensó Chloe.

—La Reunión de los Continentes—le recordó Jackson a su lado como si le hubiera leído la memoria.

Mierda. Se le había olvidado completamente. La Reunión de los continentes se celebraría en dos semanas. Era una estúpida reunión dónde se reunían todos los altos cargos de este continente y del otro. Una forma de promover el comercio y las buenas relaciones. También asistían representantes de las diversas razas. Era una forma de calmar la tensión que hubo a consecuencia de la guerra.

Chloe no quería asistir. Habían demasiadas cosas que odiaba juntas en un mismo evento: zapatos de tacón durante horas, bailes con un montón de gente distinta, Félix, conversaciones estúpidas, etiqueta, cena de gala, Félix.

—Deberíamos preparar una especie de banquete para los recién llegados—propuso Nicholas—. Un picoteo de comida. Y bebidas. Para ir caldeando el ambiente y que la fiesta sea del agrado de todos.

Varios senados asintieron y siguieron hablando del comité de bienvenida. Al parecer querían celebrar un "picoteo" antes de la reunión para saludarse y hablar un poco antes de pasar a la sala de fiestas para proceder con los bailes y posteriormente la cena. Chloe suponía que era a causa de las tensiones con Félix y su Senado.

—Tenemos otras noticias—dijo de pronto Howard y todos callaron—. Hablé con Cole— el susodicho sonrió y Chloe se preguntó si llevaba ahí toda la sesión. Estaba muy dormida como para recordarlo—. Y nuestro querido amigo ha conseguido que una maga muy prometedora nos honre con su visita. Se llama Rose—dijo y Hugo se despertó de golpe. Chloe estuvo segura de que se había dormido.

La puerta se abrió en ese momento y por la puerta entró una chica. Era increíblemente guapa. Tenía el cabello negro por los hombros y los ojos azules. Tenía un cuerpo de escandalo y provocó la mirada de todos los hombres de la sala. Avanzó hacia Howard sin ningún temor. Sonreía ampliamente y Chloe estaba segura de que nunca en su vida había sido insegura.

"Me cago en la puta" escuchó Chloe en su cabeza y examinó la sala. Todos los asistentes miraban embobados a Rose que caminaba como si fuera la reina de esa sala. Todos menos Jackson y Hugo. El primero se reía por lo bajo mientras que Hugo se escogía en su silla y miraba a todos los lados menos a ella.

—Me llamo Rose—dijo con una voz angelical—. Espero ser de ayuda—añadió con una sonrisa.

Su mirada inspeccionó todos los rostros y se paró en el de Chloe. La inspeccionó con la mirada y finalmente soltó una media sonrisa como si se estuviera burlando de ella. Chloe empezó a notar odio contra ella. ¿Quería guerra?

—Ayudará a Chloe con su magia—dijo Cole—. Así como para evitar más ataques a su mente. 

El resto de la sesión del Consejo transcurrió con normalidad. Hablaron de temas de la ciudad y tras unas largas horas, la sesión acabó y todos abandonaron la sala. Chloe caminaba con Jackson hacia la cocina cuando una voz los detuvo.

—Chloe—dijo una voz y Chloe se giró para encontrarse con Rose—. Un placer. Espero nos llevemos bien. Empezaremos las clases de control de la magia mañana mismo.

Chloe asintió sin decir nada y Rose sonrió aún más. Chloe estuvo tentada a salir corriendo de ahí. La sonrisa de Rose daba miedo. La sonrisa de Rose fue borrada cuando un cuerpo apareció delante de ella.

—Cariño tenemos que ir de compras—dijo Hugo ignorando completamente a Rose detrás de él.

—Hugo cuanto tiempo—dijo Rose y Hugo puso una cara de asco al oír su voz.

—¿Y tú eres?—preguntó girándose hacia ella.

Rose no respondió. Lo miró fijamente sin decir nada sin abandonar la sonrisa de su rostro. Era una competición de miradas intensa.

—Su ex—dijo Jackson a mi lado y les miró con los ojos abiertos. Ahora tenía sentido. Ignoraba completamente que Hugo tenía una ex.

—El amor de tu vida—soltó Rose riéndose y Hugo se tensó.

—El amor de mi vida es mi cama y estoy completamente enamorado de ella—dijo Hugo—. Es más. Nos vamos a casar. Estas invitada. Puedes hacer de sujetavelas en la ceremonia.

Chloe no dijo nada pero observó como la sonrisa de Rose cada vez se volvía más y más forzada.  A su lado, Jackson contaba los segundos hasta la catástrofe.

—En fin—dijo Hugo mirándome—. Tenemos que ir a comprar un vestido para la reunión. Después de eso celebraremos una fiesta de pijamas solo para chicas y Hugo en casa de Lily. Jackson eres gay. Cuentas como chica. Estás invitado—se giró hacia Rose y puso una mueca de asco—. Tu no, bicho.

—Gilipollas—soltó la susodicha y se marchó. 

Jackson concordaba con ella.


La GobernadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora