Hasta Que El Sol Se Esconda

Capítulo 6: Inicio De La Misión

_ Claro que podrán, son fuertes y lo suficientemente inteligentes para cumplir este trato así que no le den más vueltas y viajen por todo el mundo cumpliendo el trato, es la única forma más simple para recuperar nuestra familia _ dijo Reymundo un poco duro, pero logró subir el ánimo a los jóvenes.

_ Si, eso haremos y si no funciona moriremos sabiendo que hicimos nuestro mayor esfuerzo para lograrlo _ dijo Manú empuñando las manos, miró a sus padres y siguió _ Pero primero hay que asegurarnos que estarán bien, así que les pedimos que entren al mundo del abrigo, Kilian copiará la casa y no será necesario sobrevivir, todo lo que necesiten Kilian se los dará ¿Cierto?

_ Sí _ Cala miró a Reymundo y viceversa, ambos quedaron pensando en qué hacer y Kilian volvió a hablar _ ¿Entonces se quedarán aquí o entrarán al abrigo?

_ Yo creo que entraremos al mundo, no tendremos que trabajar más cariño, estaremos seguros y podremos estar con los chiquillos en todo su recorrido _ dijo Cala.

_ Entonces démosle no más _ respondió Reymundo entusiasmado y le tomó la mano a Cala.

_ Bien, ya está lista la casa ¿La quieren ver?

_ ¿Tan rápido Kilian?

_ Sí tía, nunca olvidaré esta casa y la conozco cien por ciento así que entren y revísenla _ saca una radio del abrigo _ Toma Manú, ahí me vas diciendo las cosas que faltan o se deben cambiar.

_ Gracias.

Kilian se sacó el abrigo y los padres de Manú entraron, se encontraron con un gran campo, un cielo soleado, era idéntico al campo de la Tierra, tenía el bosque que estaba cerca de la cabaña, el taller de atrás, también era igual la montaña donde nacía un riachuelo, el pasto verde fresco con un olor de pasto recién cortado. La casa estaba como cuando estaba recién hecha, con las mismas cosas que tenían en la casa actual, los pájaros se escuchaban cantar en el bosque, el sonido de las hojas que chocaban entre sí por el viento relajaban a Cala y a Reymundo además de sentirse como en hogar.

_ ¿Les gusta? _ preguntó Kilian por la radio.

_ Espera, que están revisando, parece que les gustó _ respondió Manú.

_ ¿Cómo que parece? Nos encantó ¿Verdad cariño? _ dijo Cala y Reymundo solo veía la casa con la boca abierta _ Está increíble la cabaña, está como nueva.

Cala estaba revisando la casa en todas partes y felicitando a Kilian por su gran memoria, hasta que Manú se dio cuenta que Reymundo quedó mirando fijamente un sillón.

_ ¿Kilian aún recuerda el sillón de cuero? _ preguntó Reymundo mientras se acercaba y lo tocaba con cuidado.

_ Claro que sí, era realmente cómodo y especial para ti, pruébalo.

Reymundo se sentó con cuidado, se escuchó como el sillón abrazaba todo el cuerpo y la emoción de Reymundo era como si hubiera visto otra vez a su amigo de toda la vida que pensó que nunca más lo iba a ver.

_ Pásame la radio por favor Manú.

_ Si, toma _ le pasó la radio y Reymundo dijo.

_ Kilian, muchísimas gracias _ dijo con la voz entrecortada.

_ De nada tío, me llamó la atención que no estaba, entonces lo puse en la casa.

_ Si, el sillón se lo comieron las polillas y después con los años se rompió y me había quedado sin mi sillón, pero ahora que lo tengo... Pucha que lo extrañaba y se siente igual que como lo recordaba.

_ Que bueno que le gustó tío, ahora disfrútenlo, ah y una cosa más no se preocupen por la alacena que estará llena siempre.

_ Gracias chiquillos _ dijo Cala sentándose al lado de su esposo y Manú respondió.

_ No hay de qué, ahora me voy, les voy a dejar la radio por si necesitan algo.

_ Ya querido, se cuidan.

Manú salió de la casa y encontró el agujero negro que estaba en el campo, era la salida del mundo del abrigo entonces se metió y encontró a Kilian esperándolo.

_ Les gustó la casa entonces _ dijo Kilian.

_ Si, les gustó bastante y el detalle del sillón dejó emocionado a mi papá.

_ Que rico que pude darle otra vez su viejo sillón _ dijo Kilian mientras se acomodaba en su asiento.

_ Era tan genial ese _ Manú fue interrumpido por golpes en la puerta, Kilian fue a abrir y se encontró con un ente.

_ Buenas noches, el Diablo me envió para que tengan esto _ sacó una carpeta con un par de hojas y se la dió _ Es el informe detallado de los Jellys.

_ Ah ya gracias.

Agradeció Kilian mientras Manú lo estaba viendo por fuera la carpeta, el demonio científico asintió y volvió a volar desapareciendo en la noche oscura, Kilian cerró y volvió donde estaba Manú para informarse más de los Jellys. Pasaron gran parte de la noche leyéndolo y luego se fueron a dormir.

_ Hola Manú ¿Dormiste bien? _ saludó Kilian tomando desayuno, Manú se sentó y respondió.

_ Hola, si, dormí bien, de hecho me despertó el olor a pan así que me levanté rápido para comer _ revisó la panera y sacó un pan _ ¿No te pasa qué sientes mejor el sabor de la comida humana?

_ De hecho sí, yo creo que ellos buscan el mejor sabor de las cosas, en cambio arriba solo nos alimentaban.

_ Bueno sí, tienes razón. Pero ahora volviendo a temas más serios _ bromeando se arregla la ropa y pone cara seria pero exagerada.

_ Jajajaja ya ¿Qué vas a preguntar?

_ ¿Dónde vamos a ir primero, para iniciar el trato?

_ Ah, mira lo había pensado y podemos ir a Leño, hay poca gente y no creo que deberían estar con la invasión así que los llevamos al mundo y seguimos subiendo.

_ Me parece buena idea, terminamos de comer y vamos ¿Ya?

_ Si, yo voy a comenzar a planificar las casas para las personas rescatadas mientras tomas desayuno _ Manú asiente y ambos siguen con lo suyo.

Luego de media hora ambos estaban listos, Manú se transformó en una pelotita y se subió a Kilian, este ya estaba listo con las alas y emprendió el vuelo inmediatamente, iban viendo el bosque entretenidos mientras viajaban hasta que vieron el pueblo, no vieron movimiento afuera ni adentro de las casas, que estaban marcadas con un gran rallón en lo largo, los pocos autos que se veían no estaban estacionados sino chuecos y magullados.

_ Kilian _ dijo Manú con voz temblorosa _ Mira en la casa de doña Marta.

_ ¿Hay algo chorreando? _ preguntó Kilian mientras se acercaba a la casa.

_ Parece que si _ Kilian estaba a punto de entrar _ Kilian espera, miraré por la ventana primero.

_ Ya, tú me avisas.

Manú echó un vistazo, se veían una habitación con un par de camillas desacomodadas y manchadas con algo negro, había un pasillo que se veía despejado en el centro de la habitación, Manú trataba de ver el suelo y cuando se acercó más vio a doña Marta en el suelo boca abajo y como crecía una posa de algo negro por debajo de su cara.

¡¡Feliz año nuevo, espero que este año sea mucho mejor que el anterior para ti!!