Fake Bad Girl [𝓛𝓲𝓢𝓸𝓸] •COMPLETA

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟣𝟢. 🍡

JiSoo llegó a su casa algo tarde, lo suficiente para haberse saltado la cena, cosa que de cierta forma agradecía, no tenía ganas de ver a sus padres y sus hermanos.

Fue hasta la cocina y buscó algo para comer en el refrigerador, pero no había nada, hasta que vio sobre la cocina una olla con fideos, los calentó y tomó unos palillos para disponerse a comer.

— Hasta que al fin llegas. — la voz masculina de su hermano la hizo voltear a ver a la entrada de la cocina — Pensé que me habías abandonado. — dramatizó y tomó asiento frente a JiSoo.

— ¡Oppa! Me asustó. — se quejó volviendo a comer.

— Perdón. Estaba preocupado por ti. — sonrió de forma fraternal.

— Ya estoy grande. — hizo un puchero y su contrario rió de forma suave.

— Lo sé. Pero para mí siempre serás mi pequeña. — palmeó con sutileza la cabeza de JiSoo quien bufó.

— Como sea. — revolvió los fideos que quedaban y los comió de un bocado.

— ¿Cómo te fue hoy en el secundario? — preguntó y aquel ambiente familiar y agradable se fue desvaneciendo.

— Yo ya no voy al... secundario. — musitó sintiendo como su estómago se revolvía.

El silencio reino en toda la cocina y JiSoo se puso de pie dejando la olla que anteriormente tenía en el fregadero para disponerse a lavarla y subir a su habitación y ver si podría dormir.

— ¿Otra vez hablando sola? — cuestionó aquella voz que se había comenzado a volver molesta.

— ¿Qué quieres, Jennie? — secó la olla la guardo y volteó a ver a su contraria.

— Nada. Solo te escuché hablar. — se encogió de hombros — Te estás volviendo loca. — sonrió con burla.

— Déjame en paz. — masculló e intentó salir de la cocina, pero Jennie la tomó del brazo — ¿Qué?

— Vi lo que pasó con Manoban. No sé qué te traes con ella, pero tampoco me importa.

— ¿A dónde quieres llegar? — preguntó con fastidio.

— Vi que le diste la cajetilla y el encendedor. No pensé que le darías algo con tanto valor, a ésa.

— Jennie.

— Bueno, bueno. Toma. — dijo y le tendió una cajetilla nueva y un encendedor — Sé que no podrás pasar ni una noche sin estás cosas, y quiero dormir, así que quedatelo.

— Claro que puedo. — frunció el ceño — Yo no soy dependiente a esto, Jennie.

— ¿En serio? No te creo. Solo tomalos, quiero dormir y dudo que mamá acepte otro de tus malditos ataques nocturnos. — tomando la mano de JiSoo puso ambos objetos en ella — Después de todo eres débil y lo vas a necesitar. — y sonrió — Buenas noches. — sin más se retiró.

JiSoo miró el encendedor y la cajetilla en su mano, no creía llegar a necesitarlos, pero aún así los llevó consigo a su habitación en donde se cambió y se colocó su pijama para disponerse a dormir.

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Abrió sus ojos de golpe y sintió como si regresara a la realidad, una en la que estaba bien. Su respiración era agitada, además de estar algo sudada.

Inhalo profundo y exhalo, repitiendo esa acción varias veces hasta que por fin logró calmarse y se sentó en la cama, para luego mirar el reloj que tenía en la mesita de noche que marcaba las dos de la madrugada, tenía que ser una broma.

Corrió todo su cabello hacia atrás y suspiró comenzando a rascar sus brazos como si tuviera una fuerte comezón; Jennie tenía razón.

Rascando su cuello con fuerza y posiblemente lastimandose se acercó a la mesita de noche y tomó la cajetilla con el encendedor.

Con manos temblorosas y respiración irregular sacó un cigarro y lo encendió, dio una calada y sintió como todo su sistema regresaba a la calma y podía respirar otra vez con normalidad y sintió el ardor de los rasguños que se había hecho.

Se puso de pie y caminó en su habitación hasta que decidió salir al balcón y sentarse en un banco que tenía allí, sintiendo el frío de la madrugada y observando el área verde de su casa junto a la piscina, a veces no entendía para que necesitaba todo aquello.

Mientras fumaba los recuerdos llenaron su cabeza y entendió que todo había sido una muy mala idea, necesitaba ese encendedor, aún si aquello la consumía por dentro.

Cada recuerdo volvía su respiración pesada y todos se volvían más nítidos, como si estuviera viviendo aquello otra vez y sintió una fuerte opresión en su pecho. Llevó una mano allí y apretó la tela del pijama y fue cuando el primer sollozo se hizo presente.

Como siempre, sin que nadie la viera, lloraba en silencio, sintiendo culpa, asco de sí misma, y odiandose más que el día anterior. El cigarrillo cayó al suelo, pero los sollozos no se detuvieron así que tapó su boca con su mano sintiendo como ésta se mojaba debido a las lágrimas.

Debía recuperar el encendedor y alejar a Lalisa antes de que se volviera importante en su vida y le pasara algo malo, como a todos los que le importaban.

No podía pasar, no de nuevo.

Pregunta, en un futuro, que les gustaría leer, ¿un au, un omegaverse, la historia inspirada en la canción boyfriend o una inspirada en la canción Barbie Girl?