Fake Bad Girl [𝓛𝓲𝓢𝓸𝓸] •COMPLETA

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟩. 🍡

La hora de almuerzo llegó más rápido de lo que varios estudiantes pudieron haberlo pensado y de cierta forma lo agradecían.

Lalisa se encontraba haciendo fila en la cafetería junto a Jackson y Rosé. JiSoo llegó acompañada de su grupo de amigas, haciendo fila justo detrás de la tailandesa, quien no había notado su presencia al tener una amena conversación con el hongkones.

En algún punto Rosé se fue un momento hacia las mesas para buscar alguna disponible en eso Jackson y Lalisa recibieron la comida y SoWoon le murmuraba algunas cosas a JiSoo y SoYeon.

Cuando la tailandesa ya tenía la bandeja de comida en sus manos el plan de SoWoon se puso en marcha y empujó "accidentalmente" a SoYeon, quien impactó con Lalisa y la tiró al suelo, ocasionando un estruendo que llamó la atención de toda la cafetería.

La tailandesa se encontraba consternada en el suelo con la bandeja tirada a un lado suyo y con toda la comida regada en el suelo, sintiendo todas aquellas miradas encima suyo.

Para luego sentir el como un líquido viscoso caía por su cabello hasta llenarlo por completo y luego la cara, y al tocarlo para saber que era, notó que era queso derretido.

Al elevar la mirada se encontró con JiSoo sosteniendo un empaque en el que anteriormente estaba el queso. Desvió la mirada y la regresó a los demás en la cafetería; aquello no podía estar pasando.

Algunas risas se hicieron presentes y su vista se nubló. Dejó de escuchar todo ruido a su alrededor y sólo sintió el como Jackson la ayudaba a ponerse de pie, y lo último que vio fue a JiSoo yéndose de ahí con las demás.

Aquello tenía que ser una broma, una de pésimo gusto.

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JiSoo dio otra calada a su cigarro notando el como éste llegaba a su fin y aquello la desesperó. Sacó otro de la cajetilla y lo colocó entre sus labios, pata tomar el encendedor y encenderlo.

Llevaba alrededor de unos cuarenta minutos en eso, además de quizá unos seis o siete cigarrillos acabados. Se sentía de cierta forma mal, y no entendía el porque, aquello no le pasaba desde hacía años.

— Eso te hará daño. — escuchó la voz de su primo y dejó salir el humo para voltear a verlo.

— ¿A ti que si me hace daño? — bufó volviendo a poner el cigarrillo entre sus labios.

— ¿Por qué lo hiciste? — cuestionó sentándose a su lado.

— ¿Por qué no lo haría? — sonrió de lado y sostuvo el cigarrillo apoyando su brazo sobre su rodilla — Manoban es demasiado estúpida. — dijo y JongIn rió negando

— No te creo. — suspiró y le quitó el cigarro.

— ¿Qué haces? — se quejó, bastante irritada.

— Deja ya esto. — dijo y lo tiró al suelo para luego pisarlo.

— ¡Oye!

— JiSoo, te conozco, sé que no lo hiciste porque que querías. Ahora, ve con ella y disculpate. — ordenó y JiSoo enarcó una ceja.

— ¿Y por qué lo haría?

— Porque sé que te importa.

— Bien. ¿Y crees que Roseanne me va a dejar acercarme a ella? — interrogó sacando la cajetilla de cigarrillos y el encendedor nuevamente.

— No. Pero Lalisa está ahí. — dijo y señaló la gradería, en donde la tailandesa veía algo en su mochila — Bueno, buena suerte. — le sonrió y se fue de allí.

— Idiota. — susurró sacando otro cigarro y encendiendolo.

No pasaron más de diez minutos cuando sintió la presencia de la tailandesa a su lado. Dejando salir el humo volteó a verla, buscando algún indicio de lo que había pasado, porque estaba segura de que la había visto llorar, pero no había nada. Tal vez fue su imaginación.

— ¿Qué necesitas? — preguntó, regresando su vista al frente.

— ¿Por qué lo hizo? — preguntó, con voz queda.

— Te dije que te alejaras, pero no me hiciste caso. — respondió dando otra calada.

— Quiero que me diga la verdad. — murmuró jugando con sus manos — Es lo mínimo que merezco después de lo que hizo. — musitó y JiSoo alejó el cigarrillo de sus labios.

— Ellas me lo pidieron. — la volteó a ver — Tengo una reputación que cuidar, y tú lo haces difícil.

— ¿Reputación? ¿Cuál? — Lalisa también la miró y relamió sus labios — ¿La de chica mala? Pues yo no se lo creo.

— Lalisa.

— Quiero conocerla, y quiero que deje de ser así. — dijo con tono firme.

— Tú ganas. — dio otra calada — Pero si te llegas a arrepentir será por tu gusto. — advirtió.

— Lo sé. — murmuró y dejó caer su cabeza en el hombro de JiSoo quien suspiró.

— Perdón por lo de la cafetería. Ellas me obligaron y creo que en serio soy una mala persona. — dio otra calada y la tailandesa solo la observó.

— Descuide, para mí no lo es. — mordió su labio y suspiró — Está prohibido fumar en las instituciones del instituto. — dijo señalando el cigarro entre los dedos de JiSoo.

— Lo sé. — miró el cigarro y luego a la tailandesa — ¿Te molesta? — preguntó y Lalisa asintió — Bien. — suspiró y se puso de pie para tirarlo y luego aplastarlo — Vamos. — estiró su mano y Lalisa la tomó.

— ¿A dónde?

— Por ahí. — se encogió de hombros y con cuidado bajó de allí para caer en la gradería y bajar para disponerse a caminar con la tailandesa a su lado.

Lalisa sabía algunas cosas de JiSoo. Como el hecho de que los profesores el alumnado parecían odiarla o hacerla a un lado, y que aún así tenía notas impecables.

En cuestión de dos años todo decayó y se volvió en la persona que conocía ahora, y todo eso la intrigaba y aún sí podría ser peligroso quería saber quien era JiSoo, tenía curiosidad sobre ella. ¿Por qué? Por la simple acción que tuvo cuando se conocieron.

Y aún si el dicho decía que la curiosidad mató al gato, Lalisa era demasiado curiosa y JiSoo, bueno JiSoo podría ser la curiosidad.

Punto que necesito que sepan.
Lisa no está enferma como tal, o sea no de algo terminal o por el estilo, es por ansiedad y tiene ataques, por eso lo de morderse el labio.

Pero no voy a matar a nadie, so, tranqui.