Final

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En el camino a mi departamento ambos estábamos en silenció.

La carretera se encontraba sola, era obvio a estas horas todo el mundo está en su casa con su familia suspiró.

—No tienes porque estar así, tu y yo vamos a pasar una navidad inolvidable.

Voltee a mirarlo y  sonríe de oreja a oreja.

—Es qué... Ellos siempre me han visto como la oveja negra, la rebelde, solo porque no me comportó no hago lo que ellos quieren. Creo qué—Aprieto el volante—Soy un gran problema.

—El problema no eres tú, el problema son ellos que no aceptan que eres diferente, que rompes todo estereotipos, que tú eres Cacidi no Judith.

Lo miró y me muerdo el labio inferior sus palabras me reconfortan.

—¿Qué hora es?—pregunta mientras intenta encender el radio.

Veo mi teléfono—Las siete ¿Por qué?

Note algo extraño en su mirada como nervios o preocupación, ví que apretó sus puños.

El resto del camino guardo silenció ya en mi apartamento me quite los zapatos y los tire en medio de la sala, Lucas me mira y hace el mismo gesto.

—Ya vengo me pondré la pijama para estar más cómoda.

Él asiente.

Camino a mi habitación me quito la ropa para ponerme la pijama de Stitch.

Salgo y veo a Lucas sin camisa, sentado en el sofá  con los brazos extendidos y la cabeza hacia atrás.

Me siento a su lado—No debiste beber tanto vino.

Echa su cabeza hacia adelanté y me mira con esos ojos azules de una manera muy intensa, se relame los labios, es sexy a dos mil.

—Cacidi... Solo...—Suspira—Solo tengo hasta las doce después voy a desaparecer.

Abro los ojos como platos, no puede ser cuando me pasa algo bueno en mi vida siempre termina durando poco.

Guardó silencio porque no sé qué decir, el toma mi barbilla y me obliga a mirarlo.

—Recuerda que siempre voy a estar a tu lado así no puedas verme, siempre que me tengas aquí—Apunta mi cabeza con su dedo índice—y aquí—Ahora apunta ni corazón.

Haciendo que millones de emociones se despierten en mí.

Colocó la palma de mí mano en su mejilla derecha—Lucas... Yo...—No me deja terminar y estampa sus labios contra los míos, el beso comienza lento y suave para después pasar a ser agresivo y lleno de deseó.

—Siempre pensé en esto y ahora te tengo aquí Cacidi... Te... Amo—Susurra para luego volver a besarme...

El resto se los dejo a su imaginación, bueno después de ¡Bla!,¡Bla!,¡Bla!, Lucas y yo nos pusimos a ser galletas de Navidad.

—Pasame la harina y la azúcar—le señaló el gabinete de arriba.

Lo toma con mucha facilidad, se pone por detrás de mí y me susurra al oído te vez hermosa preparando galletas.

Agarró todos los ingredientes y los mezcló, luego de hacer la masa empezamos hacer figuras de navidad sin omitir Lucas tiene toda la cara llena de harina.

Mientras las galletas están en el horno el me ayuda a terminar de adornar el árbol de navidad, me carga para que yo pueda colocar la estrella.

El horno se detiene y sacamos las galletas no se los voy a negar se ven deliciosas.

Lucas me mirá mientras las colocó en un plato—Eres perfecta, nunca dejes de creer en tí, así el mundo este en tu contra  recuerda que tú eres tú.

Le sonrió—Gracias.

Después que las galletas se enfrían, el toma una en forma de estrella y yo tomo una en forma de árbol, las chocamos como si estuviéramos brindando, nos las metimos a la boca y ¡¿Qué Mierda?!,saladas estaban muy saladas. Lucas suelta una carcajada y luego yo lo acompañó.

Nos ponemos de pie y caminamos a la cocina y noto que lo que Lucas me dió era sal no azúcar.

—Si... Si... Eres...—no podía hablar por la risa—Lucas... Tu...—me agarró el abdomen porque empieza a doler—Me diste la sal—suelto una gran carcajada.

Nuestras risas inundan todo el departamento, rodeó el mesón y me lanzó a sus brazos—Sabes está a sido la mejor navidad de todas gracias Lucas
—Beso sus labios pero de repente empiezo a sentir una punzada en el pecho, abro los ojos y veo como el cuerpo de Lucas empieza a desaparecer...

—No... No... Por favor no me dejes.

Él sonríe tristemente —Lo siento ya se acabó mi tiempo... Te amo—busca en el bolsillo de su pantalón y me tiende una pulsera de plata con dos letras la C y la L

No me dió tiempo de preguntarle de donde la había sacado porque desapareció por completó.

Una lágrima bajo por mi mejilla

—Lucas—susurre...

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Tres meses después

☆゜・。。・゜゜・。。・゜★

Habían pasado tres meses y créanme parecía un zombie-Fantasma-Espantapajaros.
No me daban ánimos de hacer nada, mis padres terminaron de darme la espalda, solo porque no quise pedirle disculpas a Frank y a Judith, saben que les dije ambos “que podían irse al mismísimo Infierno” y para herir el ego de Frank le envié un mensaje “Lucas si me hizo sentir como una mujer de verdad”. Él solo respondió “no te creó nada”.

Pero saben que no miento Lucas me hizo volver a sentir cosas que ufff rato largo que no sentía, lo extrañaba todas las noches hablaba en mi habitación con la esperanza de que él me escuchará, en ningún momento me quitaba la pulsera que él me había regalado.

Un día estaba en mi  departamento como típica depresiva comiendo helado de chocolate, mirando Nexflix y con mi pijama de Stitch.

Mi teléfono suena es Armando—Pendeja, estás en casa.

—Si ¿por qué?—Respondo sin ánimo.

—Abre la puerta y sal de ese mundo de pendejolandia.

Me levanto arrastrando los pies abro la puerta y lo que veo al otro lado me deja en shock...

Salto sobre él—Lucassss—beso su mejilla, su mentón y sus labios.

—¡Hey!, No coman delante de los pobres—bromea Armando.

—Te extrañe—musita Lucas.

—y yo a tí...

Si así es amigos Lucas renunció a sus poder de ángel, para que pudiéramos estar juntos, lo amo, el que simplemente comenzó como un novio para navidad, terminó convirtiéndose en mi esposo y en el padre de mis 4 hijos... Si como lo ven... Nos casamos y fuimos felices para siempre Recuerda siempre creer en ti,  sin importar lo que la gente opine de ti, siempre con la frente en alto...

Hola de verdad espero les haya gustado la historia, recuerden dejar su opinión y su voto.

Feliz navidad para todos

Un Novio Para NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora