𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
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«—... Hice un par de amigos por aquí y otros por allá. Moví influencias, cobré un par de favores y solté la lengua porque necesitas ayuda, ahora más que nunca. ¡¿No suena maravilloso?! ¡Vas a estar en buenas manos, sombritas!».
¿Era en serio?
Apretando su inhalador con todas sus fuerzas, rogó con que esto fuera una coincidencia. Una coincidencia muy fea y de mal gusto.
Como no.
Osamu era un bromista sarcástico por naturaleza. Solía tocar temas fuertes que suplantaba con una horrorosa carcajada que te dejaba los pelos de punta. No tenía tacto al hablar. Era escrupuloso y muy simple, tirando siempre a matar siempre cuando, se hiciera notar. Endogawa no debió hablar con nadie más que con sus amigos, la señora Midoriya y los padres de Kirishima para enviarles un desayuno sorpresa, ¿no? ¿A quién más podría soltarle la lengua para contarle sobre su extraña vida? A nadie, ¿verdad?
El mundo tenía que estar bromeando por hacerle sentir tanta preocupación, ¿cierto?
El destino tenía que estar gastándole una jodida broma; porque o si no, juraría que estaba protagonizando una de las muchas telenovelas latinas que Atsushi veía con su horrible novia por el incesante drama abrumando a la protagonista.
