𝐸𝑡𝑒́𝑟𝑒𝑜||❝─Significa sutil, intangible y de alguna manera... perfecto.❞
─Todo el mundo conocía la trágica y oscura historia de los Ryūnosuke, pero nadie parece conocer la de la última sobreviviente de ellos, Ryūnosuke Nyoko, aspirante a héroe...
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La aversión violenta que sentía sobre Ryūnosuke Nyoko no era para nada normal.
En lo absoluto lo era.
Para empezar, su voz le resultaba increíblemente chillona y muy molesta de escuchar. Su risa le provocaba náuseas y un enorme dolor de cabeza cuando lograba percibirla en un perímetro que consideraba como peligroso. Y su grisácea mirada, aquella que solía estar llena de burla cuando llegaban a verse directamente a los ojos, avivaba la más profunda mecha de su carente paciencia a nada de explotar como una bomba nuclear.
Bakugō Katsuki no soportaba ni de lejos a Ryūnosuke Nyoko. No podía hablarle ni verle el rostro sin que la molestia envenenara todo su torrente sanguíneo. Ni siquiera podía soportar tener que respirar el mismo aire durante más de cinco minutos seguidos sin querer gritarle de que se iba a morir con un profundo ceño fruncido.
Nyoko no le agradaba. Le estorbaba, le enervaba y le sacaba infinitos dolores de cabeza que mitigaba al maldecir como un marinero recién divorciado. Y si Katsuki alguna vez llegó a imaginar que lo haría, que podía soportar su presencia sin llegar a fatigarse por querer empezar una guerra, que Nyoko se comenzara a juntar con el maldito nerd de Deku en la secundaria, quemó cada una de esas esperanzas y las enterró en lo más profundo de su cabeza.
