"Fraternizando con el Enemigo"(♥Draco Malfoy /Theodore Nott♥)

Capítulo 3: "El Callejón Diagon"

P.O.V Leia

—¡Lía, mamá dice que te levantes a desayunar!

—Shhh deja dormir...

—Si no te levantas, te echare un chorro de agua helada.

—Ya...Ya voy...Ginny... —dije bostezando.

Comparto habitación con Ginny desde pequeña.

—Leia vístete ahora. Después de desayunar iremos al Callejón Diagon —exclamo Ginny.

—¿Por qué tan temprano? —pregunté mientras buscaba algo de ropa.

—No lo sé. ¿Al que madruga Dos lo ayuda? —dijo Ginny saliendo de la habitación.

—Es Dios... —murmure buscando la ropa.

Después de unos cinco minutos, ya estaba lista.

—¿Qué quieres para desayunar Lía? —me preguntó mamá cuando bajé la escalera.

—Em...Tocino con huevos —dije sentándome al lado de papá—. ¿Hoy también vas a volver tarde?

—Puede ser. Hay mucho trabajo pequeña —dijo papá mientras tomaba una taza de café y leía el periódico El Profeta. En mi opinión es un diario bastante estúpido. Solo cuentan lo que quieren y lo que le conviene al Ministerio.

—Gracias... —exclamé cuando Molly me paso mi plato.

Durante el desayuno, los gemelos y Percy bajaron a desayunar. Terminamos el desayuno entre bromas sobre Percy el perfecto, lo siento, quise decir "prefecto".

Papá se despidió y se fue al trabajo.
Luego mamá dijo que en media hora iríamos al Callejón mediante los Polvos Flu.
Durante la media hora los gemelos trataron de asustarnos a Ron y a mí, diciendo que deberíamos hacer dolorosas pruebas para entrar en Gryffindor.

—¿Ya están listos? ¿Tienen la lista de los materiales? —preguntó mamá tomando el tarro de Polvos Flu.

—¡Yo sí! —exclamo Percy orgulloso.

—¡Ah sí... —exclamo Fred.

—...el Perfecto Prefecto! —término George.

—¡Cállense! —gritó Percy colorado.

—Ya basta... —dijo mamá con el ceño fruncido—. A ver...Primero ve tu Percy, con Ginny...Fred, George....Ron, Lía...

Unos minutos después, nos encontrábamos todos en una calle repleta de magos y brujas...

—Bien, primero...Lía y yo iremos a Gringotts...Ustedes se quedan por acá cerca... ¡Y más vale que cuiden a Ginny y Ron! ¿Entendieron? —exclamó mamá mirando amenazante a Percy, Fred y George.

—¡Sí! —dijeron los tres.

—Vamos Lía...

Caminamos hasta llegar a un edificio color blanco nieve, ante unas puertas de bronce lustrado, había un duende moreno de barba puntiaguda, con unos dedos y pies muy largos. Al final terminamos en un amplio hall de mármol, nos acercamos al mostrador y Molly entregó dos llaves mientras hablaba con un duende.

Luego otro duende nos llevó en unos carriles a una caja de seguridad. Mamá entró y tomó el dinero necesario.

—Ahora vamos a la tuya... —me dijo sonriendo.

Cuando mi caja de seguridad fue abierta. Quedé completamente sorprendida.
Dentro de ella se encontraba montones de Galleones, Sickles y Knuts.

—¿Por qué nunca tomaron mi dinero? No me habría enojado —le repliqué a mamá.